viernes, 24 de febrero de 2023

VÍA DE LA PLATA ENTRE HISPALIS (SEVILLA) Y EMERITA AUGUSTA (MÉRIDA) TRAMO PROVINCIA DE SEVILLA

 

Santiponce, pueblo a unos diez kilómetros al norte de Sevilla. He llegado en el AVE y Eva y Félix me han invitado a comer en su casa. Después me acompañan en esta corta primera etapa que ha transcurrido por las riberas del río Guadalquivir. Hay una pensión confortable y económica, 23 euros con desayuno incluido. Baño compartido. 19 de enero de 2023. Nos tomamos una bebida en un bar. Eva y Félix se vuelven a Sevilla.


Nada más salir de Santiponce me encuentro esta estatua. Muy bien, me encomiendo a la protección de la Santísima Virgen María. Nada malo puede ocurrirme. La salida de Santiponce en dirección Guillena transcurre por polígonos industriales, arcenes y rotondas. Tráfico intenso en las dos direcciones. Tramo peligroso. Ampliar imagen.




Un buen trecho de carretera y encuentro la primera señal. Estoy en ruta. Actualmente se ha marcado esta ruta Romana como Camino de Santiago, pero es imposible que antes del siglo XVI los musulmanes que ocupaban el Sur de la Península Ibérica hicieran ninguna peregrinación ni a Santiago ni a ningún otro destino Cristiano.



Por fin comienzan pistas y camino agrícola poco señalizado.





Puente de equilibrista para pasar un arroyo.




Guillena. Me tomaré un buen café. Ampliar imagen.



Después de un largo tramo de carretera he llegado a una gasolinera y un polígono industrial. Allí sale bien directo hacia el norte el Camino de Santiago, o Vía de la Plata. En suave ascenso entre olivares y encinares. Buena señalización. Encuentro algunos ciclistas. En este lugar paro a comer y beber un poco. Pierdo mis valiosas manoplas.




Por suerte llevo otras de lana. Por buen camino bien señalizado llegaré a Castilblanco de los Arroyos. Pensión cerca de la iglesia. Albergue cerrado. Saldré a cenar de tapas y me compro unas zapatillas en una mercería. Cogí las de mi hijo para acabar de romperlas y me están haciendo ampolla. Afortunadamente llevo COMPED.



Tercer día. He salido muy temprano. Los primeros 15 kilómetros son por una carretera estrecha y tortuosa, con bastante tráfico y cambios de rasante. Es un punto negro. Voy en tensión. A los cinco kilómetros veo una camioneta de transporte de ovejas que va muy despacio. Les hago una señal y se detienen. Sube, te llevaremos hasta El Berrocal. Esta parte es peligrosa y los peregrinos suelen hacerla en taxi. De este modo me ahorro diez kilómetros de carretera desagradable y me gano dos buenas horitas!

Alcornoque descorchado.





El amplio camino atraviesa el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla.  Es sábado y me encuentro con un grupo de senderistas. La temperatura es buena y voy en pantalón corto. Se me está curando una herida rebelde que me hice al caer al suelo cuando una enorme perra mastina atacó a mi perrita Chucky en Aurin, cerca de Sabiñánigo.



LLegando a Almadén de la Plata. Me tomaré una buena ración de callos, ensalada y dos copas de vino tinto Ribera del Guadiana. Quiero llegar al Real de la Jara, último pueblo de Sevilla. Salgo zumbando para hacer la digestión mientras atravieso el Parque Natural de Sierra Morena, el tramo más bonito de toda la ruta. Me encuentro con un matrimonio, Urbano y Lola. Conversamos agradablemente. LLevan a Pluto, su perrito.





LLego al Real de la Plata. Albergue de peregrinos, precio 11 euros. Les doy propina, está muy bien. Me ponen una habitación sólo para mí. Hay otro peregrino, un alemán que va en sentido contrario. Ceno de tapas en un bar y duermo bastante bien. Mañana abandono Andalucía y entro en Extremadura. Viene una ola de frío.


No hay comentarios:

Publicar un comentario