Fiel a mi cita navideña con el Moncayo hemos subido desde la Fuente del Sacristán (1.130 m) por el Santuario y el Circo de San Miguel en poco más de 3 horas para casi 1.200 metros de desnivel. La niebla era total y la visibilidad prácticamente nula. Un sorprendéntemente cálido viento del sur-oeste azotaba la montaña esta vez devorando literalmente la nieve, que ya escasea en las lomas y partes rocosas de la vertiente norte. No sé cómo estará la sur.
Martin (19) y su padre Manuel (52) son de Valencia. Celebramos mi cumpleaños, 4 de enero de 2018, me caen 62 añitos. ¡Joder qué mayor soy!
RELATO DE MANUEL MOLINER (VALENCIA)
ASCENSION AL MONCAYO – 03-01-18
Fuente del Sacristán – Santuario - Corredor Pozo de San Miguel- Moncayo – Loma hacia el Nordeste – Senda Collado Castilla al Santuario – Fuente de Sacristán
Ante la mala previsión meteorológica y poca visibilidad en el Pirineo, decidimos acudir al Moncayo al ofrecer más garantías de tener buen día montañero y realizar una ascensión por uno de los corredores de nieve hasta su cima, es la montaña más alta del Sistema Ibérico con sus 2314 m. Encontramos, rebollo o roble melojo (Quercus pyrenaica) y hayas (Fagus sylvatica), pinos silvestres (Pinus sylvestris), pino negro (Pinus uncinata) y, en altura, prados de sabina rastrera (Juniperus sabina) y matorral de piornal (Cytisus oromediterraneus), lo único verde destacable en invierno en el hayedo, el lustroso acebo.
Haciendo noche en la comarca, salimos en vehículo a las 06h30 llegando a la Fuente de Sacristan (1250 m) a las 07h05.
Comenzamos a andar Jesús, Martín y yo, Manuel, a las 07h20, vamos por el sendero que ataja la pista que conduce al Santuario. Son las 08h20, 1h desde el inicio. Notamos a esas horas ya un viento importante, agravado su sonido por el movimiento de las copas de los árboles.
A partir de ahí, siguiendo el ascenso y por la zona arbolada, se comienzan a ver signos evidentes de que la nieve caída no hace muchos días, se está deshaciendo rápidamente por la influencia de los vientos cálidos dominantes estos últimos días. Incluso al terminar la zona arbolada y comenzar el circo glaciar de San Miguel, sigue sin apenas haber nieve, salvo aisladas manchas.
En la cota 1800, comienza la niebla (la previsión indicaba una apertura de claros conforme avanzaba la mañana, no acertó) y no la abandonaremos ya hasta la vuelta a esta cota.
Llegamos al inicio del corredor, un poco antes aprovechamos un canal de nieve para ponernos los crampones. La nieve se encuentra en su punto, amistosa, hay huellas de pasos, antes de terminar el corredor, máximo 45º, nos desviamos un poco a la izquierda al comprobar que hay mas cantidad de nieve que en la vía normal, por lo que llegamos a su final, a falta de 400 mts lineales de la cumbre que realizamos por la suave y ventosa loma de su cresta a 2314 mts. son las 10,45 (3h15 desde el inicio), hemos ascendido casi 1100 m. Sensación térmica unos -5º.
Nos hacemos las mínimas fotos ante la poca visibilidad gracias a la ayuda de dos montañeros que aparecieron de entre la niebla.
Rápidamente descendemos por el lado norte, esperando que hubiera nieve suficiente para tapar las rocas que normalmente hacen de esta opción impracticable y/o incómoda. Al poco de bajar nos quitamos los crampones por la falta de la ansiada nieve y comienza una odisea. En el entorno, conjugamos a los bloques de rocas y la baja vegetación que habitualmente hay, la niebla (todo húmedo) y el hielo. Con muchísima precaución y con la seguridad que alguna caída te iba a tocar; no perdimos la concentración, 400 m. de descenso que no deseo a nadie, al llegar a la cota 1900 nos desplazamos hacia el nordeste. Llegamos los tres sin apenas rasguños a una senda que nos pareció una autopista al verla y pagando el peaje que hubiera hecho falta si así fuera, senda que procede del Collado de Castilla y que nos llevó junto al Santuario, continuando ya por la ruta de inicio hasta llegar a la fuente donde teníamos el vehículo. Son las 13h35 (06h15' desde el inicio).
Calificado por muy dificil por el descenso por la zona rocosa, sin buen paquete de nieve, desistir. Por lo demás un ascenso con dos piolets y crampones, Gps imprescindible por la niebla.
LOMA NORTE. RECORDANDO LA TRAGEDIA DE 1986
Descendemos por la loma norte, a ciegas en la niebla, y resulta que, putada, está con muy poca nieve y las rocas están parcialmente cubiertas de hielo y los líquenes humedecidos son igual de resbalosos. Muy pronto hemos de quitarnos los crampones, para no estropearlos con tanto bloque. Un montañero se cayó aquí y se fracturó el fémur muriendo congelado en 1986. Su compañero que intentó ayudarlo murió de agotamiento y congelación también. Fue encontrado más abajo, a 50 metros de la carretera, descalzo y desprovisto de sus pantalones. Estos pensamientos me vienen a la cabeza mientras descendemos lentamente, con suma precaución, por la ladera de cuarcitas verdosas por los líquenes resbaladizos y nieve y hielo un poco por todas partes, rendijas, rellanos, bloques y pedregales. Invertimos casi dos horas para descender 500 metros hasta que aparecen los pinos y la Senda del Haya Seca, ruta que conozco bien y por la que rápidamente perdemos altura hasta conectar con el camino principal y la Fuente del Sacristán. Han sido en total 7 horas entre subir y bajar.