Uno de los tres "chorros", cascada con vadina, entre el Alcanadre y Binueste. 9 de abril de 2021. Hemos ido desde Matidero (Sobrarbe) hasta Binueste donde continuamos dirección Bara. Al descender al Alcanadre remontamos dirección Bibán pero decidimos remontar el camino de los "3 chorros". Toño Rapún y yo. LLoverá y nevará.Antes de llegar a Binueste descubrimos otra opción para ir a Bibán, pero ñla dejamos para otra ocasión. El día es frío y pronto empieza a lloviznar. Los caminos están muy bien marcados, limpios y señalizados con hitos. Un gran trabajo del Parque Natural de Guara del que estamos muy agradecidos. Sin embargo la zona próxima a Matidero es muy confusa y es fácil internarse en el bosque o clavarse en un barranco o en el propio río Alcanadre como nos ocurrirá al regreso en medio de la niebla y la nevada.
Por aquí volveremos. Ahora seguimos en dirección a Bara. Bellos robles, sendas encantadoras. Un placer de excursión. En Binueste sólo hay ruinas de una minúscula población y se ve un lugar con muy pocos recursos alimenticios.
Mirador de la Predicadera. Espectaculares vistas sobre el meandro del Alcanadre y las sierras y cañones de Guara. Parada obligada y enseguida desciende un camino bien trazado que busca la orilla derecha del río para llegar a Bara.
Tomaremos dirección Bibán, río arriba, pero enseguida, tras pasar el río, encontraremos el desvío "3 chorros" y volveremos de nuevo a Binueste. El día se está enfriando y comienza a llover. Caminos bien trazados y señalizados con abundantes hitos.
Hermosas vadinas junto al cruce del río Alcanadre. Pronto habremos de volver a cruzar a la margen derecha para, abandonando al camino a Bibán, subamos de nuevo a Binueste por el camino de "3 chorros". LLueve pero vale la pena.
Ya hemos recorrido la bonita variante, con pequeñas cascadas y vadinas dignas de ver y enseguida pasamos por Binueste y enfilamos dirección Matidero. Nos saldrá una excursión de casi ocho horas, 25 kilómetros y unos 800 metros de desnivel acumulado. LLegando a Matidero, ya pasado el río, nos confundiremos en la niebla y la gélida nevada y en lugar de remontar directamente al pueblo, lo bordeamos por el oeste volviendo a pasar el río un par de veces. Por fortuna llevamos el GPS que nos indica que estamos muy cerca de Matidero y pronto nos encontramos una trocha que sale al nordeste del pueblo. Bien se vale. Pasar la noche a la intemperie, mojados y expuestos a la nevada sería correr un riesgo enorme de morir por congelación.
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