COTIELLA 2.912 m. VERTIENTE SUR. BOSCOSA Y ABARRANCADA

 

Refugio Cullibert, 1.500 m, accesible en vehículo todoterreno, pero nosotros hemos subido andando por la pista y cabañera después de dejar nuestra furgoneta al poco de salir de Viu de Foradada. Pasado Campo, desvío a la izquierda. El desnivel total son 1.700 metros y serán diez horas efectivas. Ampliar imagen haciendo click.

Refugio confortable. Hacemos una buena hoguera y tenemos una hermosa fuente. Cena y a dormir en el suelo hasta las 6,30 h que nos levantaremos para preparar un consistente desayuno y empezar a caminar con la primera luz. 5 de febrero de 2022. Cogemos el camino en dirección a la Cresta Yali (oriental) pero enseguida trazaremos una directa diagonal a media ladera en busca del espolón que baja del Pico de las Neis, al sur de la cima principal del Cotiella. Javier, Oscar y Jesús.

Franqueamos a media ladera por un bosque pendiente que oculta media docena de barrancos helados. Los crampones son imprescindibles. El pinar resultará largo y fatigoso, y no exento de riesgo por estar la nieve helada en la umbría.

Javier cruza el penúltimo barranco.

Por fin cogemos la empinada loma sur directa al Pico de las Neis. Pega un sol espléndido y la temperatura es confortable. Serán unos 700 metros de tirón.

A la derecha queda el Collado de Armeña. Torreón final de Cotiella.

Son casi 200 metros de loma, al borde del abismo.

Buen cramponaje. Nieve muy amistosa y segura para andar con crampones.

Cotiella 2.912 m. Foto de Oscar. Nos ha costado cinco horas desde el refugio Cullibert, a 1.500 m. Ahora descenderemos la gran vertiente sur un poco más al oeste una ladera nevada tremenda y larga hasta coger un corredor y después increíbles acumulaciones de árboles arrancados por las avalanchas. LLegamos a una confluencia de varios barrancos a la altura de unos prados. El GPS nos advierte de que estamos a menos de 500 metros del camino de subida. Nos aventuramos monte a través descubriendo que se interpone el barranco principal con paredes verticales de 50 metros de altura, imposibles de superar. Recuerdo que hace unos trece años encontré una senda que bajaba por la margen derecha y evitaba los cortados. Al extremo sur oeste del prado hay un buen hito y sale un sendero en la buena dirección pero lo perdemos por unos escarpes de roca, bojes, pinos y erizos. Todo acaba bien y conseguimos reencontrar la senda, cruzar el barranco y alcanzar el punto de partida y el refugio de Cullibert.

Restaurante Pirineos en Aínsa. Excelente surtido de croquetas, jamón y pan con tomate. Jose Marí el atento barman. Es hora de reponer fuerzas!