lunes, 13 de diciembre de 2021

FALLECIÓ LA ALPINISTA ANDALUZA MARÍA JOSÉ REYES

 

2005, conocí a una renacuajílla que un buen amigo me había endosado para los Alpes. Se presentó la chavalina en Saas Fee (Valais) y esa misma tarde, con Félix y Juan, el otro granadino, nos subimos el chaquetazo de cuatro horas hasta el Mischabelhutte. Al amanecer me encordé con María José en un glaciar helado y con algunas grietas. Félix se ató con Juan. Escalamos a toda prisa la pirámide airosa del Nadelhorn 4.327 m y bajamos lo más deprisa posible pues la tormenta se nos echaba encima. Encontramos ya con cierta dificultad el paso entre las grietas, a medio día más abiertas y numerosas. LLegamos al refugio y decidimos quedarnos a pasar la noche a 3.300 metros.


Aclimatados y confiados nos hidratamos bien a base de cervezas. Al día siguiente bajaremos andando hasta Saas Ground y nos instalamos en el camping. Dos días más tarde los cuatro alcanzaremos la cima del Mont Blanc. En la foto aparecemos con el simpático guarda del refugio Mischabelhutte. Misión cumplida!


María José cumplió su palabra y vino a visitar los Pirineos. La llevamos, Félix y yo, a la picuda Pala Rayos 2.646 m, al fondo del Valle de Acumuer. Una divertida travesía de cornisas y aristas que agradó mucho a nuestra amiguita granadina. Se aficionó a los Pirineos y subió bastantes cumbres por corredores  vertiginosos y crestas afiladas.

Circo de Canals.


La Cascada de las Tres Gargantas sorprendió a María José. La amistad se consolidó y al final era María José la que ponía su casa de Granada a nuestra disposición cuando la necesitábamos. También acogió a mis hijos durante un curso que hicieron en la Universidad de Granada. En el invierno de 2018 me instaló en su casa con motivo de mi escalada al expuesto Corredor (canuto) Norte del Veleta mientras ella se iba de viaje con su marido. Luego, en su vida, se le presentaron unas vertientes complejas y enrrevesadas de escalar que ya no consiguió superar, pero nunca se rindió esta flor de las montañas, pequeña y preciosa. Descansa en Paz, María José, sobrinita, encanto.

Himalaya



Nos quedamos con esta María José. No sé donde es. No importa, se la ve feliz.

6 comentarios:

  1. Desde que tuve que remontar posiciones subiendo al Montblanc tras retrasarme por problemas gástricos, me di cuenta de lo que andaba cuesta arriba esta pequeña gran mujer, me costó alcanzarla y así disfrutamos juntos de esta prestigiosa cima de los Alpes. Demostró su determinación y fortaleza, que se ha manifestado igualmente en sus actividades solidarias y en su lucha contra la enfermedad.
    Así comenzó nuestra amistad, fraguada en más ascensos y escaladas en los Pirineos, en los Alpes y en su querida Sierra Nevada, que empecé a descubrir gracias a su hospitalidad.
    Pero no sólo eso ganamos con María José, si no que su amistad abrió la puerta a poder conocer a toda una serie de personas de Andalucía, que ahora somos una gran cuadrilla de amigos montañeros, más que eso, como una pequeña gran familia.
    Por eso puedo decir que conocer a Eva, la que ahora es mi mujer, se lo debo a María José.
    Muchas gracias amiga, no te olvidaremos nunca….
    (la foto final se la hizo Josu, es en la salida del Canuto del Veleta)

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  2. Ya decía yo que esa foto me sonaba. El precioso y escarpado Canuto del pico Veleta. Gracias, Félix.

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  3. COMO BIEN DICES TU, JESUS, *DESCANSA EN PAZ RENACUAJILLA*...
    Y QUE DESDE EL CIELO CONTEMPLES ESAS CUMBRES QUE TE ROBARON EL CORAZON !!!

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  4. El cielo, si que se lo merece. Era buena y generosa. Amor por las cumbres, y tambien amor al prójimo.

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