12 de junio de 2019, 8 h, Toño Rapún, Chucky y yo arrancamos después de un café en el hostal Río Ara de Fiscal. 500 m de carretera dirección Boltaña arranca en fuerte subida el camino a Sasé. Ampliar imagen haciendo click.
Conforme ganamos altura se disfruta de mayores vistas sobre la Peña de Cancias. Viejos robles adornan el sendero a veces estrecho y en cornisa. En un par de horas llegamos al pueblo "okupado" de Sasé donde viven cuatro o cinco personas.
Han retirado parte de los tubos que afeaban las calles. La maleza invade todo y no se ve a nadie excepto un par de lar rovers abandonados y achatarrados.
Al menos, los okupas han puesto una funcional fuente. Allí arranca el camino a Fanlo. Tomar a la derecha siguiendo los tubos de goma de la conducción agua. Desde Sasé vamos a poner más de seis horas. El camino, a veces pista y a veces senda, está bien señalizado P.R 42.
Una ripa mala de pasar. Subimos bordeando la vertiente oriental del monte Suerio (1.997 m)
En el centro de la foto se aprecia Sasé engullido, fagocitado, por la vegetación. Al fondo siempre la Peña de Cancias. Pinares en fajas de repoblación. Siempre hacia el nordeste a brincar un primer collado.
Monte Perdido, ya se ve Cajol. Ahora entramos en la Solana de Burgasé. Masivas repoblaciones de pina. Escasa diversidad, paisaje monótono.
Chucky feliz.
En Cajol viven Custi y Peter, dos jóvenes neorurales que se están organizando la vida con su placa solar y pequeña huerta.
Cajol disfruta de una magnífica insolación bien orientado al sur-este. Una pista viene desde la carretera del valle del Ara.
El camino a Fanlo prosigue en ascenso hacia el Cuello de Burgasé. Formación geológica sedimentaria. Pista que inflexiona hacia el este.
Carteles indicadores, tomar siempre dirección Fanlo.
Restos de paredes que delimitaban la senda cabañera por la que se efectuaba la trashumancia desde los Pirineos a la Tierra Baja.
Collado término municipal de Fanlo. David un joven británico vive por allí. Nos aconseja llegar a Fanlo por el hayedo deshechando la pista que va más al este.
LLegados al cruce tomar al norte en fuerte descenso, hayedo muy pisado por las vacas. Se van encontrando marcas azules y alguna estaca, tendencia siempre norte ahora. Zig-zags. Bosque sombrio e intimidante en caso de que se nos hiciera tarde. Pero son las 15 h y el día es largo en primavera.
Basarrón (abrevadero) donde llenamos las cantimploras.
Gruesos bojes, muy altos, en el hayedo.
En los claros es posible que el camino sea difícil de encontrar. Examinar todos los rincones y al final lo iremos encontrando. Descartado tirar monte a través, tremenda pendiente hacia los barrancos del Chate.
La senda va ladeando por el bosque, sube y baja para volver a subir un fuerte repecho tras cruzar un arroyo. Saldremos a un inesperado claro en un espolón de la montaña. La ruta continua a nuestra derecha (norte) llaneando ya para salir encima de Fanlo.
Fuente y merendero, ya casi estamos. Encontramos el camino "normal" por una pista que ha evitado el intrincado rompepiernas del hayedo-abetal. Ha sido magnífico e inolvidable, pero Toño ya empieza a estar harto del dichoso bosque. A las 16,30 h llegamos a Fanlo. Han sido 8 horas y media. El bar está cerrado pero Horacio Palacio, el alcalde, nos prepara un delicioso café de puchero. Su padre también era muy hospitalario y generoso con montañeros y ciclistas. ¡Buena gente!
La excursión ha sido dura y exigente pero de gran belleza. Solo puede emprenderse en primavera con días largos y meteo favorable. El GPS puede sacarnos de dudas, y apuros. Ahora vamos a tener suerte pues una chica de la 4 televisión nos mete en la furgoneta a los tres y Jesús López, simpatico leonés, nos baja Sarvisé. Allí llega Ángel, de Bergua, y nos coge por simpatía hacia nuestra perrita Chucky. Una buena merienda-cena en el hostal Río Ara de Fiscal es el feliz final a esta bonita jornada de senderismo en las montañas del Sobrarbe.
Iglesia de Fanlo.
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