Luis Miguel remonta el nevero de acceso al collado de la Forqueta al que hemos accedido desde el embalse de La Sarra y el collado de Puyarcol. 30 de mayo de 2020. El sol ha entibiado la nieve y los piolets y crampones muerden a la perfección.
El sol luce esplendido. La temperatura es muy agradable. LLevámos mas de cuatro horas de ascenso. El pico de La Forqueta es lejano y enrrevesado de llegar. Solitario y muy poco frecuentado por esta vertiente sur. Luis Miguel no lleva botas cramponables que se ajusten a sus crampones Edelrrid. Oscar se los ha apañado como ha podido, pero no debe arriesgarse a entrar en la vertiente norte donde hay terreno expuesto con neveros y cortados. Se quedará en el collado y nos esperará mientras intentamos la cumbre. Luis Miguel está de acuerdo. Muy bien. Ampliar imágenes haciendo click.
El nevero de acceso al collado de la Forqueta se empina en unos buenos 50º. Grava, rocalla y cascajo en fuerte pendiente nos permiten alcanzar esta divisoria que da paso al Circo de Piedrafita (Respomuso) Luis Miguel se quedará aquí. Mi política en montaña es CERO accidentes. Su familia confía en mi y no debe exponerse.
Descendemos unos quince metros por la vertiente norte y atravesamos un nevero amable en busca del flanco nordeste de la montaña Al fondo a la izquierda la Punta Zarre, difícil montaña. El sol ha calentado la nieve y los hierros entran bien.
Después de atravesar el gran nevero trepamos una corta pendiente empinada de rocalla y hierba, bastante expuesta, hasta enlazar con un corredor empinado que nos conduce a la arista Este del Pico de la Forqueta. La cresta es abrupta y se supera por el escarpado flanco norte. Hacemos hitos para encontrar el descenso.
Pico de la Forqueta 2.730 m. Jesús, Oscar y Puri. Han sido casi seis horas desde La Sarra. Estamos contentos. Esta cumbre no te la regalan.
Marisa, Jesús y Puri. Toca ya descender. Luis Miguel nos espera.
Evitando la nieve para no ponernos los crampones hemos descendido unas rocas empinadas y descompuestas con caída mortal. Puri se ríe, pero a mi no me hace gracia. En tramos así es donde ocurren los accidentes.
De nuevo con los crampones puestos recorremos de vuelta el gran nevero de la vertiente norte y ganamos el collado donde nos espera Luis Miguel con los crampones bien sujetos. El descenso lo hacemos cara a la nieve al principio en el tramo más empinado. Luego ya de frente hasta donde termina la nieve. Allí comemos y llaneamos hasta el collado Puyarcol (Pico del Arco) y luego por el valle del Sanchacollons hasta la pista y atajos que nos devolverán al embalse de La Sarra. Serán cuatro horas más.
Oscar nos obsequia con un delicioso y consistente aperitivo. En total han sido unas diez horas de actividad. El pico de la Forqueta es una cumbre áspera, lejana y solitaria, que requiere destreza y condición física. Una gran montaña. Una estupenda jornada.
No me digas que has salido sin bandera, valles.. que despiste
ResponderEliminarDe momento estamos libres de obsesiones...
ResponderEliminarBueno... con nosotros estas bastante obsesionado
ResponderEliminarSangría Don Simon....
ResponderEliminarTe pega Valles... Cutrez y ruindad hasta sus últimas consecuencias.
Ohhh... pues sabe muy rica después de una larga excursión.
ResponderEliminarPues en estos picnics domingueros que montas Valles, y según tus publicaciones, da la impresión de que siempre invitan tus paternaires.
EliminarTu nunca pagas o que? Ya se que eres un miserias, pero tanto....
Le aseguro que me encanta invitar después de una jornada de montaña. En nuestra pandilla nadie se escaquea de pagar.
Eliminarme gusta tu "política" de montaña. cero accidentes!!!
ResponderEliminarpor favor, aconseja a tus amigos los guantes por esos neveros aunque haga calor, se desollarán las manos si tuvieran que frenar un resbalón!!!!
Siempre lo advierto. Guantes de nieve para sujetar el piolet, Félix. Pero es muy fatigoso ir inspeccionando el equipo a los compañeros. Tú eres instructor de montaña, ya sabes.
ResponderEliminarPues yo el viernes paso por sabiñanigo... ya podrias pagarte una merienda, valles!
ResponderEliminarVaya, qué lastima. Acompañaré a mi mujer a su pueblo. Estaremos allí unos días. LLeva cuatro meses sin ver a su familia. Otra vez será. De mi casa nadie se va hambriento, ja, ja!
ResponderEliminarNo se ira nadie hambriento.. pero habra que ir con tiempo...la cocina solar esa tuya...es lo que tiene
ResponderEliminarUna cacerola de acelgas necesita cuatro horas de buen sol. Las patatas seis. Si. Lleva su tiempo. A cambio sabe mejor.
ResponderEliminarY si no hay sol, ayuno...o comida cruda y fria. Pero es una gran excusa para que invite otro... muy inteligente
ResponderEliminarAcelgas y patatas... no me extraña que te inviten siempre
ResponderEliminarAyer cogí una cesta de champiñones. Pensaba hacerlos en la cocina solar. Pero ha salido nublado y mi mujer los ha preparado fritos con ajo y perejil, con huevos revueltos. De rechupete! Supongo que saldrán por los puertos de Tella, no?
ResponderEliminarNo soy muy setero valles... pero me consta de que no es mala tierra para setas. De pago, la recolecta. A ver si os hacen pagar a los turistas tambien
ResponderEliminarPues me parece bien alguna tasa razonable.
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