jueves, 29 de septiembre de 2022

PEÑA OROEL 1.769 m. CIMA ESTE POR LA ABRUPTA CARA SUR (VERTIENTE ARA)



El inicio de esta sorprendente ruta a la cima Este de la Peña Oroel está diez metros arriba del inicio de la carreterita que desde el Puerto de Navasa se dirige al Parador de Oroel. Dos hitos y un sendero ancho bien trazado hacia el sur que bordea la falda Este de la Cumbre Este. LLegaremos encima de la balsa de abastecimiento de Ara y allí iremos girando hacia el oeste en suave ascenso por una pista que va a parar a la captación de agua. Aquí se complica todo pues hemos de ganar altura entre un pinar de repoblación. 14 de abril de 2022, ampliar imagen haciendo click. Fernando, Toño, Chucky y Jesús. Serán seis horas y 20 kmts de ruta. Casi 1.000 m de desnivel.


Pista de captación de agua para Ara. Se acabará en un barranco bajo un pinar.


Pinos, bojes, erizos y aliagas. Estamos en plena cara sur.


Encima del pinar de repoblación, tras remontar casi en su totalidad un estrecho barranco, buscamos una arista de roca conglomerada con menos vegetación pero que continúa en fuerte pendiente ganando desnivel. Después se va suavizando y llegamos a la cima Este (Bazials) notablemente menos alta que la cima de la Peña Oroel.


Praderas deliciosas, planas y sin pinchos. Buen sendero hacia el oeste, abierto y muy marcado. Pasamos por encima de los Pozos de Nieve y en unos 50 minutos llegamos al colladito de la ruta normal, que sube desde el Parador. En unos 25 minutos de ligero ascenso llegaremos a la cruz acompañados de docenas de senderistas.


En cuatro horas, desde debajo del Puerto de Navasa, se llega a la Peña Oroel 1.769 m y su grandiosa vista sobre Jaca y el Pirineo occidental. Necesitaré dos horas de bajada por el Parador y los 6 kilómetros de carreterita para reunirme con mis compañeros que, los muy perrillos, desde la cima este han bajado en diagonal por un empinado sendero conocido como Senda de los Lobos que sale a la carreterita un kilómetro más abajo del Parador. La cara sur de la Peña Oroel apenas presenta cortados ni grandes barrancos, pero la ausencia de senderos y la pinchosa vegetación la convierten en una ruta exigente, tanto física como mental. Inolvidable.

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