Según el Departamento de Paleontología de la Universidad de Zaragoza, estas formaciones color ocre que afloran del espolón margoso de la falda sur del Monte Güé, no serían otra cosa que "estratos erosionados y diseminados por un terremoto". Sí. Eso dicen tras mirar las fotos sin el menor interés en visitar este singular paraje de Sabiñánigo. A mí me recuerdan los troncos de los árboles. Tal vez palmeras?
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