Pista arriba encontraremos pronto la senda balizada G.R destino "Yeba" bien trazada y que nos conduce a las ruinas de Villamana, casi engullidas por la maleza.
Caminando entre los pinos.
Camino amurallado, repoblación de pinos.
Campol. Aquí hemos de abandonar la senda G.R tomando una carretera asfaltada que en suave ascenso nos conduce al collado divisorio superior situado más al oeste donde ya divisaremos las montañas del grupo de Monte Perdido. Esta carretera nos llevará en 30 minutos a Yeba. No seguir la G.R pues baja hacia la garganta.
Collado divisorio superior con la Peña Cuta, posiblemente la roca más hermosa de la provincia de Huesca. Desgraciadamente ha sido mancillada y degradada por los infames taladradores, incapaces como siempre de contener su voracidad equipadora. Insensiblemente, algunos de los compañeros del grupo expresan su aprobación por esas chatarras relucientes que afean la pureza de esta inmensa y a la vez coqueta y preciosa muralla. A menudo nos quedamos en las fotos, la literatura y los tópicos. Sin conectar con lo esencial. Como hemos perdido el vínculo con el entorno nos volvemos incapaces de percibir la tremenda pérdida de sagrada Naturaleza que representan esas hileras de parabolts.
Nuestro grupo senderista. Toño Rapún, Marisa, Chema, Jesús, Paco y Toño Bergua.
Carretera y línea eléctrica, cómo no, para un pueblo que está deshabitado casi todo el año. Es así como 33.000 aves rapaces mueren electrocutadas o por colisión cada año en España. La Diputación Provincial de Huesca es la responsable de esta masacre.
Reloj de sol en Yeba.
Regresamos carretera arriba para a los 20 minutos tomar una pista al este que nos lleva a la Collata Yeba. Estupenda perspectiva. Caseta sucia y sin puertas. Aquí pillamos hacia sur el espectacular camino de la Garganta de San Martín.
Hay que recorrerlo para disfrutar el encanto del torrente entre las peñas y acantilados.
Tremenda garganta.
Abandonamos San Martín por un sendero bastante marcado que desciende por un espolón en dirección sur y que en 45 minutos nos deposita en la caseta junto a la carretera nacional, 10 minutos a pie del desvío de San Martín donde hemos comenzado por la mañana. Han sido 25 kilómetros y siete horas de divertida caminata.
sigues mostrándonos el Aragón Oculto, es difícil ver estos rincones en otras publicaciones. estoy mirando en mi ordenador y... esa Garganta de San Martín es la que sale en Google como Barranco Andilluso? o en la cartografía GPS sale como Barranco de Espuña? veo que pasa bajo San Martín de La Solana y sale al Ara por Lavelilla....
ResponderEliminarCreo que se llama también Barranco de la Espuña. Digno de visitar.
ResponderEliminarEscribiéndole desde una de las casas reformadas del "pueblo deshabitado casi todo el año" de 15 habitantes, le deseo que encuentre suficiente tino y sabiduría para privarse usted antes de exigir que se priven los demás. Un saludo.
ResponderEliminarExacto. Yo tengo una casa en Acumuer, con placas solares, sin conectarme a una linea electrical. Siga usted electrocutando lechuzas y búhos.
ResponderEliminar