domingo, 1 de marzo de 2020

MONTE SAN CAPRASIO. TRAVESÍA FARLETE-ALCUBIERRE

Ricardo, mi buen amigo, me ha traído hasta Farlete donde voy a iniciar mi caminata hasta Alcubierre. La primera tacada va a ser llegar a San Caprasio (al fondo) cuyo camino se coge en la ermita que hay al norte del pueblo. Ricardo (Ateno) estrena coche, un flamante jaguard. Ampliar imagen haciendo click. 27 de noviembre de 2019.

LLevo esterilla, saco, hornillo, comida y tres cantimploras. Ricardo se vuelve a Zaragoza y yo comienzo a caminar. Son las 13 h. Apreto fuerte. Aún no sé donde voy a dormir.



No tiene perdida. La pista sube con suavidad un poco hacia el este.


Cuando llevamos una hora andando abandonamos la pista por una trocha poco marcada hacia un espolón de yesos y matorral. Vamos encontrando hitos. Siempre en fuerte ascenso a la izquierda, a veces encontramos un estrato horizontal y es mejor desecharlo y seguir subiendo.

Senda colgada en horizontal que va a ninguna parte. Tirar para arriba y encaramarse en la arista sur este de San Caprasio.


En hora y media me planto en la cima de San Caprasio ochocientos y pico metros.

Deseo visitar los eremitorios donde Caprasio, el santo patrón de los Monegros, vivió. Y encontrar los aljibes que le aprovisionaban de agua.
Al sur barrancos profundos y angostos. Son los "rayares" de Farlete.


Espacioso eremitorio. Limpio y confortable.

Amplia mesa y colchones.

Capilla al Sagrado Corazón de Jesús.

La cima está degradada y desfigurada, saturada de torres y antenas de comunicaciones.

Restos del túmulo que erigimos hace dos años en memoria de los cuatro lobos de la manada Caprasio asesinados por los cazadores monegrinos.

Desciendo al norte y enseguida encuentro esta bifurcación bien señalizada.

Una pista tira decididamente hacia el norte. Un elegante roble.

San Caprasio ya se va quedando atrás.

Aljibe de captación de aguas subterráneas para abrevar al ganado.

Típico piedemonte monegrino. Voy llegando a Alcubierre cuando empieza a anochecer.

LLoviznea un poco. Encuentro una caseta abierta e instalo en ella mi vivac. Por la noche viene el hombre a dar de comer a sus animales. Me da permiso. Buena persona Gonzálo Casamayor.

Amanece en Alcubierre. Abren el bar y me tomo un café y un pedazo de tarta de manzana. En total he caminado unas seis horas entre Farlete y Alcubierre. Ha sido una bella y relajada caminata.

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