Majestuoso e intrincado Cañón de Valdeplata (Calcena). Tenemos que buscar el flanco noroeste de la Peña de los Moros para subir y reponer la cuerda-pasamanos que se ha roto. Vienen nubes y dejan chaparroncillos. Ampliar imagen haciendo click.
Pasando bajo el cementerio dejaremos al norte la Cueva de las Grallas y las afiladas Peñas Albas. Es el sendero G.R que va de Calcena a Talamantes.
Desde un collado a una hora de Calcena dominamos el Cañón de Valdeplata y nuestro objetivo: La Peña de los Moros. De momento apenas gotisnea pero el cierzo arrecia y hace frío. En el cañón dejaremos al sur la G.R y nos internaremos barranco arriba.
Con el teleobjetivo apreciamos al fondo las Peñas de Herrera. La Peña de los Moros solo tiene una debilidad por su flanco noroeste, menos escarpado y con repisas de hierba. El pasado verano colocamos un pasamanos que se ha roto.
Curiosas piedras que recuerdan a los moai de la Isla de Pascua. Comienza a llover.
LLovía, venteaba y hacía bastante frío. Mis compañeros se quedaron protegidos en las ruinas de una paridera con la perra Chucky. José me acompaña por las repisas resbaladizas de hierba. La roca mojada está delicada de trepar. La perra se escapa y José la sujeta mientras yo trepo una canal y alcanzo la última faja de hierba. La cuerda está rota pero Rafa y María la apañaron uniéndola con los cinturones de sus pantalones hace unas semanas. Aguantará. Trepo arriesgando pues la roca resbala. Me aseguro al arnés con cinta y mosquetón. Una vez arriba pondré una cuerda de perlón en buen estado, bien sujeta a las tres clavijas. Queda asegurada la ruta normal y con cuidado me reúno con José y la perra. Con mucha precaución, bajo la lluvia y azotados por un viento que hiela las manos nos reunimos en la paridera. Misión cumplida.
Rafa nos propone bajar por el sur y encontramos un descenso más cálido pero igualmente abrupto. De la paridera hemos rodeado la peña por el este. Con cierto trabajo conseguimos llegar al fondo del cañón de Valdeplata.
El día se despeja y sale el sol.
Peñas Albas.
Jesús, José, Chucky, Chon, Rafa y María. Fotografo: Javier Gracia Bayona.
En el albergue montañero tomaremos un vermout y aperitivo mientras hacemos planes para explorar otra ruta de acceso a la misteriosa y escarpada Peña de los Moros. Ha sido una bonita jornada y el viento y los chubascos nos pusieron a prueba. Conseguimos reponer el pasamanos que permite subir con facilidad a ese formidable peñasco en la cara oculta del Moncayo.
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