Cuniestra de nieve, cota 2.400 m, en el descenso por el tubo del Aspe tras escalar la conocida Arista de los Murciélagos. Ampliar imagen haciendo click.
Zócalo de entrada. Hemos bordeado el primer escalón porque había dos cordadas a punto de comenzar. Terreno fácil para ganar la primera brecha.
Superada la placa del gran gendarme de la Arista de los Murciélagos (IV sup) rapelamos a la brecha. 13 de julio de 2024. Dany, Violeta y Jesús. Hemos salido de Candanchú (1.600 m) y nos ha costado dos horas y media legar al collado Garganta de Aísa. Ampliar imagen haciendo click. Día frío con vientos y nieblas. La vía está equipada con viejos pitones. Importante ir con cuerdas ligeras.
Rapel de uno 20 metros. Conviene llevar cintas, friends y fisureros.
Después del rapel crestearemos fácilmente hasta el pie del torreón final de la arista.
Después de un tramo sencillo por bloques y repisas herbosas hay que alcanzar una reunión con dos clavos. Salimos por la derecha y alcanzamos el filo para hacer dos pasos aéreos con poca exposición (IV sup) Encima se tumba un poco.
El tramo final necesita proteger con friends y fisureros algunos pasos de gato.
LLegamos a la cresta horizontal. Hay que pasar una brecha fácil.
Aspe 2.645 m. Nos ha costado cinco horas para la arista. Ahora viene lo difícil; el tubo del Aspe está completamente ocupado por un potente corredor de nieve helada. No tenemos piolet ni crampones pero algunos montañeros que han subido por esa vertiente nos aseguran que se puede evitar los neveros con una rimaya peligrosa.
Bajamos por la orilla derecha del tubo del Aspe. Pequeños destrepes.
En mi opinión a eso no se le puede llamar escalada. En 1977 la abrimos en una mañana.
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