Olivo posiblemente milenario en el barranco de la Peñazuela, Ainzón, comarca del Campo de Borja, Valle del Huecha. Al N.E del Moncayo. Altitud del olivar en torno a 500 m sobre el nivel del mar. Ojos, nariz y boca. El tronco fue podado y han salido unas ramas que asemejan los cabellos de una cabeza. Ampliar imagen haciendo click.
Líquenes en un tronco de olivo sólido y robusto. Belleza vegetal.
Primero asilvestrado, y después ajardinado, este olivar constituye un hermoso y delicado elemento paisajístico entre extensas e intensas zonas agrícolas de olivos, viña y almendros. La cosecha no se recoge por distintas causas y son los jabalíes, pájaros, ratones y hormigas quienes reciclan estas olivas desparramadas por el suelo.
José, el propietario y conservador del olivar de la Peñazuela. Gorro verde.
Abundan los ejemplares milenarios.
Tablas dispuestas para que el olivar se riegue con las avenidas del barranco.
Javier, Jesús y la perrita Chucky.
Magnífico olivo milenario.
Rústica pero eficaz compuerta de riego para regular la distribución.
En la parte superior del barranco de la Peñazuela hay viejos chopos.
Sorpresa. Encontramos un montón de nueces. Nos llevamos unas cuantas.
Contrafuertes del Moncayo cubiertos de nieve. La Tonda (Talamantes)
Derrumbes y desprendimientos son frecuentes. Barranco de Valjunquera.
Puente para la acequia. Estamos ya cerca de Ainzon. Hemos subido por la Peñazuela y ahora bajamos por Valjunquera, un barranco paralelo también afluente del río Huecha. El Campo de Borja, entre el Moncayo y el Valle del Ebro, tiene muchos preciosos rincones por descubrir. Solo hay que ponerse a caminar por sendas y caminos.
Muchas gracias Jesús Muí Bien todo lo explicado
ResponderEliminarMuchas gracias por tan magnífico reportaje y por darnos ese empujón en tu blog
ResponderEliminarHola Jesús, y a todos los lectores de este blog:
ResponderEliminarHe recibido este enlace y entro para agradecer enormemente la difusión que has hecho de el gran tesoro que hay en este pequeño rincón de la geografía de la región Aragonesa.
Tengo la inmensa fortuna de ser una de las personas que están intentando preservar ese trozo de historia, patrimonio y cultura a partes iguales.
Estamos haciendo diversas gestiones para poder proteger estos viejunos habitantes de la tierra de las garras de intereses económicos y comerciales. Y la finalidad es que se queden donde están para que posteriores generaciones puedan disfrutar de ellos como estamos haciendo nosotros.
Una pena el que actualmente, en el barranco conocido como Peñazuela, estén muchos abandonados, gracias a dios, todavía hay agricultores concienciados y que los podan y los mantienen vivos, recibiendo este paisaje tan bonito como agradecimiento.
Gracias por enfocar y haber prestado detalle al impresionante a la par que ingenioso sistema de riego de origen ancestral, que constituye a su vez patrimonio hidráulico podríamos decir que precristiano.
Os invito a todos los que queráis a poder disfrutar de este hermoso paisaje, y a que conozcáis un poco mas la apasionante historia de estos olivos, y de que todavía permanezcan aquí.
De nuevo, Jesús: Gracias por la difusión de los Olivos de la Peñazuela.
Un saludo
El olivar de la Peñazuela posiblemente sea el más coqueto de Aragón, por su belleza y encanto.
ResponderEliminarMuchas gracias Fermín. Cuantas bellezas reúne vuestro pueblo, Ainzon.
ResponderEliminarHola Jesús, me sumo y pongo en boca lo dicho por Adrián, buen conocedor de estos legendarios olivos, que sin duda, han visto
ResponderEliminarconocido generaciones de humanos pasar y postrarse a sus pies. Gracias por todo lo aportado.
Fermín (Ainzon)