miércoles, 27 de enero de 2021

SIERRA DE ICÚN. UNA LADERA DE NIEVE, EL AMOR DE TODA UNA VIDA

 
Belleza hecha montaña esta suave ladera del monte Icún, en la divisoria de los valles del Gállego y su afluente el Aurin. Ampliar imagen haciendo click. 16 de enero de 2020. El viento ha congelado la nieve, arrastrando muchísima a los bosques.

Marisa y Jesús. Una buena amistad montañera. Qué bonitas son estas lomas nevadas. LLevo 25 años subiéndolas todos los inviernos y he acompañado a cientos de montañeros por este cordal. Todos fueron seducidos por la belleza armoniosa de la Sierra de Icún. ·Estas cumbres menores son la opción más indicado cuando hay riesgo de aludes. Satisfacción asegurada.


Cerro de Valposata (Petruso) 2.189 m, límite de los municipios de Acumuer, Aso de Sobremonte y Biescas. Al fondo podemos apreciar la evidente ruta normal a la Peña Telera que ascendí en plan furtivo durante el confinamiento covidiano.


Un viento frío nos azota. Hemos cambiado las raquetas por crampones.


Selfie de Oscar con la foto al revés, ja, ja!




Trazado de la escalada invernal a la Peña Gabacha que ascendí con Ángel Hernán, Ángel Serrano y Victor Álvarez. El punto rojo indica la cueva donde pasamos la noche anterior. Está abrigada y con hierba seca por estar orientada al oeste. Es uno de los vivacs más bonitos y confortables que he pasado en montaña. La escalada de la cara sur es en IV/IV sup. A la bajada las cuerdas del rápel se quedaron atascadas y no las pudimos recuperar hasta el verano. Ampliar imagen haciendo click.


Plan d´Igüés (Plan de las aguas) un hermoso rincón del Pirineo occidental lleno de aventuras y belleza. En primavera docenas de manantiales brotan por sus laderas. Al fondo Peña Gabacha y Zarrambucho.


Hay más de un metro de nieve de espesor. Contorneamos el monte Petruso por su cara oeste. Subiremos una suave ladera para localizar la pista que nos devuelve al valle.


Estos peñascos son una buena referencia. El barranco Zecutar es angosto e impracticable. La niebla en ocasiones dificulta encontrar el inicio de la pista.


La nieve nos cierra el paso. Este atajo lo limpiamos el otoño pasado.



De vuelta en Acumuer después de nueve horas de marcha. Hemos utilizado raquetas y crampones. El último tramo de la pista se nos ha hecho interminable. Se me hicieron arrugas en los calcetines y eso es muy mala cosa. El desnivel acumulado son unos 1.200 metros. Distancia unos 17 kilómetros en total. Mientras mi condición física me lo permita no faltaré a mi cita invernal con la Sierra de Icún. Su belleza mansa y apacible en apariencia, puede verse como muy enfurecida si se presenta el todopoderoso Titán Invisible (el viento), azotando las cumbres y congelando las manos de los montañeros.

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