Del pueblo de Gésera en la Guarguera tomar un sendero P.R (blanco y amarillo) en dirección este, a la derecha cruzando dos barranquillos, el segundo más caudaloso y a veces helado y luego un camino más directo y ascendente que en una media hora nos lleva hasta la pardina de San Esteban. 18 de diciembre de 2018. Toño Rapún y Jesús Vallés. Ampliar imagen haciendo click. Nos acompaña mi perrita Chucky y en San Esteban un perro boxer se une a nuestro equipo.
De San Esteban desechamos una primera pista hacia el este (embarcada en pinar profundo) y dejando el caserío atrás pasamos una barrera y entonces tomamos una pista más alta e importante en dirección este hasta una bifurcación. Tomamos la izquierda (N.E) y llegamos a un collado con una señal muy llamativa que nos invita a abandonar la pista en descenso por roca compacta y luego un hermoso sendero hasta Lasaosa. Por un camino con tubería descendemos al este y salimos a una carreterita embreada. Ahora remontaremos en fuerte ascenso, curva tras curva, durante unos cuatro kilómetros hasta el collado de Nocito con hermosas vistas sobre la Sierra de Guara siempre misteriosa y atractiva.
En el collado de Nocito abandonamos la carreterita embreada y subimos hacia el oeste ahora por una pista de tierra que en unos minutos nos lleva justo debajo del Dolmen de Ibirque (2 horas y media desde Gésera) Lugar telúrico dominando al norte el Pirineo aragonés, Taillón y Brecha de Roldán y al sur el formidable Tozal de Guara de 2.077 m, con sus satélites Fragineto y Cucuruzuelo vestidos de peñascos y bosques oscuros e impenetrables. La pista continúa en dirección oeste llaneando por la cresta divisoria. En una pronunciada curva al sur hay un ensanche y un senderito pleno oeste que comporta un interesante atajo. De nuevo en la pista seguimos al oeste muy atentos pues nos cruzaremos de pronto con la senda G.R que viene de Nocito. Aquí dejaremos la pista y tomaremos la senda ascendiendo al norte durante unos quince minutos. Dominamos la sierra y otra vez tenemos enfrente los Pirineos y el extenso valle de la Guarguera. Seguir los hitos. No perder el camino aquí, sería peligroso.
Descenso de belleza extrema por espolones de roca y senderitos en el bosque. Bajada directa de rellano en rellano, de collado en collado. Al final, una hora más tarde bajamos una plancha compacta de roca lisa y cruzamos un coqueto barranco con pozas para darnos un baño refrescante. En unos quince minutos, por la margen izquierda del cauce llegamos a Gésera. Han sido casi seis horas de bonita y agradecida caminata. Muy recomendable por sus paisajes y ambientes. La Guarguera siempre nos sorprenderá.
MALLOS DE RIGLOS. VÍAS OLVIDADAS Y NUNCA REPETIDAS EN LA PEÑA DON JUSTO.
Peña Don Justo, vía de la cara oeste (rojo), formidable, ruda y atlética escalada en chimenea, fisura y panzas, dificultad en V/V sup. La he recorrido en dos ocasiones, pero ya hace más de 40 años. Creo que cayó en el olvido. En verde la divertida e ingeniosa Vía de los Diedros, más técnica y con un pasaje único en los Mallos de Riglos, el "tubo de los chemequeos" una chimenea subterránea muy angosta para salir a la cima. La dificultad es similar a la cara oeste. La chimenea de entrada, al principio de la vía, es la más profunda e impresionante de los mallos de Riglos, pero se sube bien (IVº)
En rojo la fisura "Carlitos" abierta con Fernando Montserrat, alias el Modorro, el mismo día que fue reinstaurada la monarquía en España con Juan Carlos I. Fisura difícil y peligrosa, V y VI. A la derecha la "Fisura Laboriosa" que abrí con Fernando Orús (verde) de Vº de dificultad y en mejor roca. No me importa que nadie las haya repetido, no deseo que las "restauren", que es como llaman ahora a coserlas con anclajes parabolt.
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