En un extenso y farfullante comunicado, lleno de verborrea, Luis Miguel Dominguez, que NUNCA fue invitado por Pirineos Wilderness, declara ahora que no piensa asistir a la concentración en defensa del lobo ibérico que tendrá lugar en Leciñena el próximo domingo 6 de agosto "porque podrían asistir neonazis, fascistas y racistas, gente inhumana...". Este señor ha resultado ser un sparring debilucho frente a los marginales violentos de la extrema izquierda de Zaragoza, que lo han presionado hasta hacerlo retroceder. Dominguez se ha comportado como un flojo que se arruga a la primera de cambio, y para camuflar su cobardía se permite insultarnos sin saber absolutamente nada de Pirineos Wilderness, que es una entidad ciudadana estríctamente dedicada a la defensa de la Naturaleza que intenta sumar fuerzas, al margen de la ideología y de la política, con un único objetivo: salvar la vida del lobo Caprasio.
LOBO MARLEY: NO TE NECESITAMOS EN ARAGÓN.
CAPRASIO ES NUESTRO LOBO Y SABREMOS DEFENDERLO!
Juan López de Uralde y Luis Miguel Dominguez deberían saber que los energúmenos que intentaron impedir nuestra concentración por el oso en Roncal fueron sancionados por la Delegación del Gobierno con 17.000 euros de multa. Algunos de ellos han ingresado recientemente en prisión acusados de terrorismo callejero en Pamplona. Hace unas semanas, el estado de New Jersey ha ilegalizado a los llamados "antifascistas" declarandolos organización terrorista. Varios miembros de la Plataforma Antifascista de Zaragoza se enfrentan a graves cargos, acusados de lesionar gravemente a agentes de la Policia Nacional a los que arrojaron patatas con clavos y tornillos incrustados..
Proyectil-patata con tornillos incrustados que pueden reventar un ojo
o desfigurar la cara. Cachiporra artesanal. Abajo adoquines arrojados
contra la policía.
Señor Dominguez: Nosotros no preguntamos a nadie su filiación política cuando viene a defender la Naturaleza, pero la intimidación y la violencia son absolutamente inaceptables para Pirineos Wilderness.
A lo largo del invierno de 1996 se produjeron ataques al ganado al oeste de la Jacetania, entre Berdún y Javierregay. Las noticias eran confusas. Un biólogo consultor hablaba de cientos de ovejas muertas pero cuando le inquirimos que nos lo acreditara cambió de tema y guardo silencio. No había ataques masivos pero sí era cierto que uno o dos lobos campaban por la falda de los Pirineos. Con Miguel Vericad, joven naturalista de Jaca, actual responsable de Medio Ambiente en Ibiza, constituimos apresuradamente un comando de defensa del lobo pirenaico distribuyendo panfletos para que no se le diera muerte. Yo mismo conseguí localizar la jaula-trampa que los agentes del Gobierno de Aragón habían instalado cerca de Embún y me aseguré de que el lobo no se metería en ella. Con Vicenta García Casamayor y otros activistas más nos presentamos en el ayuntamiento de Berdún irrumpiendo en el despacho del alcalde que resulto ser un hombre afable y comprensivo que intentó tranquilizarnos asegurando que el Gobierno de Aragón estaba tomando cartas en el asunto. De golpe, el asunto de los lobos dejó de ser noticia, y como por arte de magia cesaron los ataques. Con el tiempo la cosa se olvidó y de buena fé pensamos que había sido una incursión de algún ejemplar errático que había decidido abandonar la comarca y cambiar de territorio. 20 años más tarde, ayer mismo, un profesional técnico-ganadero, de absoluta confianza, me contó que los dos lobos de Berdún fueron abatidos a tiros por cazadores con el permiso de las autoridades. Todo se hizo en secreto. Esa misma persona, que cree en la convivencia del lobo con la ganadería, me advierte de que el lobo de Monegros correrá la misma suerte que los de Berdún. Solo una decidida implicación logística y financiera del Gobierno de Aragón, equipando y dotando de medios a los ganaderos, e indemnizando por los daños, puede salvar a nuestro lobo Caprasio.
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