*Vía Poppy. Una escalada lejana y salvaje en el Valle de Acumuer*
Hacía tiempo que quería perderme por nuevos rincones lejanos y desconocidos. Y el Pirineo esconde esa esencia, orgulloso y satisfecho. El Valle de Acumuer es el máximo ejemplo de ello, recóndito y alejado de la mayor parte de miradas obscenas que buscan “aventura”. La criba es selecta y es que hay casi cuatro horas de aproximación hacia este torreón calizo que es la Peña Gabacha. Irremediablemente y afortunadamente estamos solos. Es una maravilla.
Caminamos hacia Peña Petruso desde donde Ane y yo podemos empezar a divisar el
torreón en el que hoy nos apetece perdernos: la Peña Gabacha. Que sensación tan mágica eso de descubrir un rincón nuevo, con esa incertidumbre que alimenta el alma en la montaña.
Numerosos itinerarios ascienden hasta la curiosa cumbre: un gran nido de Águilas desde donde se disfruta de la lejanía de este entorno, se saborea el silencio y se disfruta de una soledad que debemos de proteger. Tiramos de piernas hasta llegar al collado norte de esta Peña Gabacha, desde donde debemos “leer” la pared una vez más en ese divertido proceso inherente a la aventura de escalar montañas. Elegimos la vía Poppy, donde esperamos encontrar algún clavo más de la que aparecen en la reseña . Y así es, luego realmente van apareciendo y Ane se pelea en el segundo largo donde hay que emplearse a fondo antes de llegar a un salvador pino negro que nos da la bienvenida a la espectacular arista de cima.
Los pasos de esta recogida pero aérea línea abierta por Jesús son raros y exigen confianza de pies y fortuna en la navegación. Es un placer pasearse por aquí antes de volver al suelo en un largo rapel., hasta la alfombra de Edelweiss que decora este rincón de Acumuer.
Unidos a la aventura os dejo una bonitas fotos de esta escalada .
David y Ane
Enhorabuena David. Poppy fue un perro lanoso y valiente.
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