Chucky, nuestra perrita pastora espera pacientemente el inicio de la excursión, justo en el Mirador de Jánovas, a 760 m de altitud. Cruzaremos la carretera curvilinea con tráfico intenso durante el verano. 12 de agosto de 2025. Hoy subiremos una de las fajas más hermosa e interesante del norte de Huesca: la Faixana de Nabaín. Ampliar imágenes haciendo click. Se trata de una variante, más abrupta, de la Senda de los Carboneros.Es el dominio de árboles del genero Quercus. Encinas y robles adornados por líquenes.
Pequeño prado entre pinos.
Félix, compañero en movidas por la defensa del oso pardo de los Pirineos. Estamos en la entrada a la Faixana, descendiendo y entrando hacia el Este, deslumbrados por el sol temprano de la mañana. Pronto nos vemos en fuerte trepada. Hitos.
Robustos robles dulcifican el corte calizo de la Faixana de Nabaín.
El sol calienta con fuerza los peñascos de la ruta.
Cueva seca donde se refugiaría el cabrero Gregorio que apacentaba sus crabas en la Faixana.
Encontraremos restos de muros de piedra.
La Faixana remonta airosa. El río Ara serpentea en la garganta.
Escarpe calcáreo que se formó en un fondo marino para emerger hace ocho millones de años.
Roble gigante que nos salvaguarda del abismo profundo de verde oscuro hasta el río Ara. Paraje de belleza extrema. Ampliar imagen haciendo click.
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La Faixana se termina y retomamos la Senda de los Carboneros.
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El terreno se despeja y nos unimos con el camino que sube desde Ascaso.
Cerca de la cumbre de Nabaín salen dos caminos hacia Yeba. Pienso recorrerlos.
Ermita de Santa Marina 1.796 m. Tres horas y media desde el Mirador de Jánovas. Serán unos once kilómetros de recorrido en total. Bajaremos en un par de horas. Es una excursión de paisajes espectaculares, de una gran belleza en la comarca de Boltaña.
La calima envuelve los Pirineos. Ampliar imagen haciendo click. Solana de Burgasé.
Félix y Jesús.Cima de Nabaín (Santa Marina, 1.796 m)
Descendemos mil cien metros de desnivel en menos de dos horas. Calor muy amortiguado por la sombra del bosque. Nos bañaremos en el río Ara a pesar de que soporta una fuerte carga de vertidos sin depuración. Luego será la ocasión de unas raciones bien acompañadas de vino y cerveza. Atención: No dejar a la perra en el maletero. Podría cocerse la pobrecita!
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