sábado, 19 de diciembre de 2020

PEÑA DE LOS MOROS 1.307 m. RUTA NORMAL. PASAMANOS

La Peña de los Moros 1.307 m, es un promontorio calcáreo en las estribaciones de la cara oculta del Moncayo, parque natural, sector sur. Pero resulta más cómodo para nosotros entrar por el norte desde Talamantes, Collado del Campo y desde el refugio atravesar hacia el S.O dejando al norte los barrancos de colorines (Valdepino) 3 de diciembre de 2020. Joaquín es un joven montañero de Ainzón, ilusionado por ascender esa fortaleza de roca. Ampliar imagen haciendo click.


Buscamos la vertiente norte, fría y sombría. Pendientes empinadas de hierba, pequeños cortados peligrosos si están mojados. El muro final, de unos diez metros de altura se supera por una repisa diagonal de unos quince metros de longitud, equipada con un pasamanos sujeto a cinco clavijas. Hace un poco de frío y nos encordamos con una cuerda supletoria de seguridad. Joaquín está impaciente por empezar a trepar la vira.


Primer contacto. Los músculos responden y enseguida entramos en calor. La instalación facilita mucho ascender la imponente Peña de los Moros. La cuerda es vieja pero está en buen estado. Hay buenas presas y hermosos agarres. Utilizar cuerda de seguridad. Preveer cambiar el pasamanos. Así se reciclan las cuerdas.


La vira se ensancha. En lo alto hay dos sólidas clavijas.



Peña de los Moros 1.307 m. Tres horas desde Talamantes. Al fondo el Morrón.


Es la sexta vez que subo a este impresionante Peña de los Moros.


La cumbre es extensa con varias puntas. La cresta es fácil. Joaquín coge hábito y destreza. Es un hombre sano y robusto. Quiere iniciarse en el Pirineísmo invernal. 


Al fondo las Peñas de Herrera. Abajo, profundo, el barranco de Valdeplata. Ahora destreparemos el pasamanos y con mucho cuidado descendemos las delicadas pendientes de hierba y una corta chimenea con arbustos.

Sólido puente de roca. Instalación un poco traperilla. Ya la reforzaremos.


Ponemos un sencillo rápel en un puente de roca . Puede ser útil si vamos con niños, novatos o principiantes. Mi política es cero accidentes.


Examinamos una sólida pared sólidamente construida, posiblemente una fortificación de la época de la Reconquista. La sierra divisoria del Moncayo tuvo que ser una frontera militar entre moros y cristianos.


Joaquín señala los orificios donde se encajaban los maderos para sustentar el piso habitacional de esta fortificación, posiblemente construida y utilizada por los musulmanes. Hay orificios para observar y lanzar saetas. Rápidamente regresaremos a Talamantes. Nuestro plan nutricional pasa hoy por el afamado Mesón del Aceite, en Bulbuente. Comida buena y abundante. Muy económico. Excelente servicio.


En el Collado del Campo me encuentro con dos amigos de la juventud de cuando la Escuela Nacional de Alta Montaña, la ENAM. Rufo y su compañero me han reconocido. Nos damos un fuerte abrazo y nos prometemos no renunciar, nunca jamás, a recorrer nuestras amadas montañas. Joaquín, casi treinta años más joven, busca en los senderos y riscos lo mismo que nosotros: La libertad.

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