Thalay Sagar (Himalaya)
Ekaitz Maiz la pifia en el Himalaya. Su taladro se quedó sin pilas. Seguramente podría llegar a la élite mundial pero mientras continúe aferrado al taladro industrial no podrá desarrollar sus capacidades alpinas.
INQUIETUD MANIFESTADA POR EL ALCALDE DE RIGLOS, JOSÉ TORRALBA, ALARMADO POR EL ENCARNIZAMIENTO DEL TALADRO INDUSTRIAL SOBRE LOS YA HIPER SATURADOS MALLOS DE RIGLOS.
José Torralba no es escalador pero no le deja indiferente el ensañamiento de los taladradores con los mallos indefensos: "Todos quieren perpetuarse, pasar a la posteridad, abriendo su vía, equipando, taladrando.."
José Torralba lamenta igualmente la instalación de tirolinas y pancartas en los Mallos: "Esto se parece cada vez más a un circo donde cada uno monta su numerito"
UN APERTURISTA HISTÓRICO, EL MURCIANO "SEVI" COMENTA LA NOTICIA. "SEVI" Y SU COMPAÑERO LOZANO ABRIERON LA VÍA "DIRECTA" A LA VISERA. EN SU TIEMPO LA RUTA MÁS DIFÍCIL DE ESPAÑA EN ESCALADA ARTIFICIAL.
Estimado Jesús:
Respondo aquí a tu mensaje privado del pasado día 16 de noviembre, y agradezco tu aviso sobre la prohibición del taladro en los Mallos.
Conseguir tiempo altruista para escribir sobre aspectos montañeros me resulta difícil, y me cuesta muy caro conseguirlo para explicar luego cuanto escribo. Sobre todo si debo explicarlo a personas sin suficientes elementos de juicio. Por esto, pido la lectura y entendimiento de ciertos conceptos del ámbito de la escalada, o que se alcancen criterios suficientes, para entender los contenidos de la tribuna publicada en Desnivel nº 278 (página 75), o de Cuadernos técnicos de Barrabés http://alturl.com/jgcqg o de la noticia sobre la restauración o reequipamiento de La Directa en La Visera http://alturl.com/xujkq Porque, como supo interpretar José Luis Mendieta, ex editor de Desnivel, hay más detrás esas declaraciones. Así es, hay otra lectura «entre líneas» de los mencionados valores, méritos, conveniente distinción entre escalada tradicional y escalada deportiva o petición de respeto y convivencia entre quienes practican ambas modalidades.
Esas líneas de texto invisible guardan razones de compromiso humano que diversos motivos me impiden explicar ahora y aquí. Se trata de razones incomprensibles, a menudo inasumibles, para alguien que contempla la escalada desde un punto de vista económico, urbanita o propio de la mentalidad incapaz de concebir cualquier actividad humana arriesgada sin el incentivo de la rentabilidad directa.
Imagino que la propuesta de «prohibir que se sigan taladrando los mallos», que mencionas en tu mensaje, amigo Jesús, tendrá excepciones; permitirá sustituir un buril muy viejo por un parabolt, por ejemplo.
El problema de la excesiva colocación indiscriminada de parabolts y/o anclajes químicos, en efecto, tal vez requiera la prohibición que señalas. Ojalá promueva también la escalada tradicional en vías clásicas poco frecuentadas.
Quién sabe si con el extraordinario material de hoy Mariano Lozano y yo hubiéramos prescindido de buriles para abrir la Visera. Recuerda que en aquellos tiempos fuimos a abrirla porque alguno de los personajes, que se publicitaban como los mejores escaladores al sur de los Pirineos, decían que escalar la Visera era «imposible incluso con un cable conectado a la red eléctrica, desde la iglesia de Riglos, que alimentara una taladradora para buriles desde un andamio». No estoy orgulloso de haber taladrado, a golpe de martillo (desde dos estribos caseros), y colocado a presión en la pared esa cantidad de buriles (no expansivos); insuficiente para los repetidores de esa escalada. Parecía sensato reemplazar estos viejos tornillos, de dos a tres centímetros de longitud, por robustos parabolts. No obstante lo dicho, consideré un despropósito el equipamiento que añadió una cantidad desmesurada de estos pernos expansivos, largos y robustos, con objeto de superar sin riesgo las dificultades de la vía Directa con «escalada libre».
Aunque ignoro qué derecho tengo a dar o denegar permiso, cuando me lo piden, sobre cualesquiera de las vías que abrí, reitero que en el caso de la Directa de La Visera lo di para retirar dicho exceso de parabolts, y adecuar de nuevo la vía a la escalada tradicional. Me pareció y me parece lo correcto. No he cambiado de idea. Deploro las prohibiciones, aunque, soy consciente de la necesidad del debate para establecer sus límites ante el abuso del equipamiento con taladradora.
Salud, felicidad y días,
Sevi
José Torralba lamenta igualmente la instalación de tirolinas y pancartas en los Mallos: "Esto se parece cada vez más a un circo donde cada uno monta su numerito"
UN APERTURISTA HISTÓRICO, EL MURCIANO "SEVI" COMENTA LA NOTICIA. "SEVI" Y SU COMPAÑERO LOZANO ABRIERON LA VÍA "DIRECTA" A LA VISERA. EN SU TIEMPO LA RUTA MÁS DIFÍCIL DE ESPAÑA EN ESCALADA ARTIFICIAL.
Estimado Jesús:
Respondo aquí a tu mensaje privado del pasado día 16 de noviembre, y agradezco tu aviso sobre la prohibición del taladro en los Mallos.
Conseguir tiempo altruista para escribir sobre aspectos montañeros me resulta difícil, y me cuesta muy caro conseguirlo para explicar luego cuanto escribo. Sobre todo si debo explicarlo a personas sin suficientes elementos de juicio. Por esto, pido la lectura y entendimiento de ciertos conceptos del ámbito de la escalada, o que se alcancen criterios suficientes, para entender los contenidos de la tribuna publicada en Desnivel nº 278 (página 75), o de Cuadernos técnicos de Barrabés http://alturl.com/jgcqg o de la noticia sobre la restauración o reequipamiento de La Directa en La Visera http://alturl.com/xujkq Porque, como supo interpretar José Luis Mendieta, ex editor de Desnivel, hay más detrás esas declaraciones. Así es, hay otra lectura «entre líneas» de los mencionados valores, méritos, conveniente distinción entre escalada tradicional y escalada deportiva o petición de respeto y convivencia entre quienes practican ambas modalidades.
Esas líneas de texto invisible guardan razones de compromiso humano que diversos motivos me impiden explicar ahora y aquí. Se trata de razones incomprensibles, a menudo inasumibles, para alguien que contempla la escalada desde un punto de vista económico, urbanita o propio de la mentalidad incapaz de concebir cualquier actividad humana arriesgada sin el incentivo de la rentabilidad directa.
Imagino que la propuesta de «prohibir que se sigan taladrando los mallos», que mencionas en tu mensaje, amigo Jesús, tendrá excepciones; permitirá sustituir un buril muy viejo por un parabolt, por ejemplo.
El problema de la excesiva colocación indiscriminada de parabolts y/o anclajes químicos, en efecto, tal vez requiera la prohibición que señalas. Ojalá promueva también la escalada tradicional en vías clásicas poco frecuentadas.
Quién sabe si con el extraordinario material de hoy Mariano Lozano y yo hubiéramos prescindido de buriles para abrir la Visera. Recuerda que en aquellos tiempos fuimos a abrirla porque alguno de los personajes, que se publicitaban como los mejores escaladores al sur de los Pirineos, decían que escalar la Visera era «imposible incluso con un cable conectado a la red eléctrica, desde la iglesia de Riglos, que alimentara una taladradora para buriles desde un andamio». No estoy orgulloso de haber taladrado, a golpe de martillo (desde dos estribos caseros), y colocado a presión en la pared esa cantidad de buriles (no expansivos); insuficiente para los repetidores de esa escalada. Parecía sensato reemplazar estos viejos tornillos, de dos a tres centímetros de longitud, por robustos parabolts. No obstante lo dicho, consideré un despropósito el equipamiento que añadió una cantidad desmesurada de estos pernos expansivos, largos y robustos, con objeto de superar sin riesgo las dificultades de la vía Directa con «escalada libre».
Aunque ignoro qué derecho tengo a dar o denegar permiso, cuando me lo piden, sobre cualesquiera de las vías que abrí, reitero que en el caso de la Directa de La Visera lo di para retirar dicho exceso de parabolts, y adecuar de nuevo la vía a la escalada tradicional. Me pareció y me parece lo correcto. No he cambiado de idea. Deploro las prohibiciones, aunque, soy consciente de la necesidad del debate para establecer sus límites ante el abuso del equipamiento con taladradora.
Salud, felicidad y días,
Sevi
RIGLOS: CARA SUR DEL MALLO SIN NOMBRE. MI EXPERIENCIA DE 1977 (TERCERA ASCENSIÓN)
Mallo Sin Nombre y la Visera. La vía de "Sevi" es la más directa y extraplomada. Una auténtica obra maestra de la escalada artificial.
En 1977 la cara sur del Mallo Sin Nombre contaba con dos ascensiones. Alcay, Ascaso y Expósito habían salido por la difícil Vª Chimenea, que alcanzaron mediante un rapel pendular, para evitar enfrentarse al muro de panzas final, de aspecto muy poco amistoso y difícil de asegurar (línea verde).
Al año siguiente Valentín Asensio y Fernando Orús fuerzan la salida directa, 35 metros en V/V+, con un único pitón de seguro (línea roja).
Con la intención de salir por la variante directa Lalo, Félix, Francisco y yo nos percatamos desde el primer momento de la severidad y exposición de la escalada. Panzas y más panzas, pasos horizontales, pequeñas maniobras laterales, seguros ingeniosos y precarios a veces.
Así fue como llegamos bajo el muro de salida psiquicamente agotados por la extrema tensión.
De común acuerdo optamos por seguir los pasos de los primeros ascensionistas, pasándonos a la Vª Chimenea, también difícil (V/V+), pero que ya conocíamos.
Veinticinco años más tarde la cara sur del Mallo Sin Nombre tenía muy pocas repeticiones. Entonces la taladraron de arriba a abajo, de principio a final, y como por arte de magia se convirtió en una de las vías más populares de Riglos. El temido largo de salida está equipado ahora con una docena de potentes parabolts.
Yo guardo un recuerdo intenso e imborrable de aquella escalada. La verdad es que ni siquiera intentamos la salida directa, ¡nos dio miedo sólo de verlo, ja, ja!
Por eso se me pone cara de gilipollas cuando una escaladora novata me cuenta, sin darle demasiada importancia que ha subido la cara sur del Mallo Sin Nombre.
PROYECTO CIMAS DE ESPAÑA. MONTE REVOLCADORES, 2.017 m. REGIÓN DE MURCIA.
Poco a poco voy continuando con mi modesto proyecto de subir las cumbres más altas de todas las provincias de territorio nacional. He aprovechado unos días de vacaciones en Águilas (Murcia) para subir al monte más elevado de esta comunidad autónoma.
Mi buen amigo Miguel Ángel Marín me ha acompañado.
Al fondo "La Sagra", en la provincia de Granada.
Monte Revolcadores, 2.017 m
Las cordilleras del sureste de España son parajes de escasa pluviosidad
Frío y aridez. La temperatura se entibia con el sol del otoño.
Hemos iniciado la ascensión en el Puerto Alto, término municipal de Cañada de la Cruz (Murcia). Del mismo collado donde acaba el asfalto tomar una pista al este y a los diez minutos un sendero con hitos. Hora y media hasta la cumbre.
Mediados de noviembre. Temperatura agradable y soledad en las playas de Águilas.
Isla del fraile (Águilas)
El urbanismo alocado de los años 90 ha estropeado gran parte del entorno costero con sus poco estéticas aglomeraciones de apartamentos colgadas sobre el mar.
Por suerte quedan muchos kilómetros de calas, playas y acantilados donde puede nidificar el águila pescadora, depredadora marítima antaño abundante en ese litoral.
Querido Jesús: después de nuestra escalada a la Jose Antonio Sanz en 1972, la repeti con Valentin hace unos años. Cintero me había comentado que se habia reequipado recientemente. Desde el primer largo nos percatamos de que la Jose Antonio Sanz que escalamos en nuestra juventud había desaparecido, sepultada por una linea de paraboles que de forma practicamente directa señalaba el itinerario. Realmente se trataba de otra escalada, la dificultad autentica de esta vía, del por donde hacer cada largo, como protegerme de una posible caída y como resolver cada paso, había sido sustituida por una serie de cortas trepadas entre sólidos paraboles estrategicamente situados en cada uno de los puntos calientes de la pared, reduciendola a una actividad de trepada sin mayor compromiso. El resultado era que una sería y apasionante aventura en pared, de más de 200 m, había sido sustituida por una sucesion de cortas trepadas ¡de poco mas de dos metros!, privando a las generaciones futuras de vivirla o de imaginarla; esas mágicas sensaciones con las que sueña cualquier escalador de punta.
ResponderEliminarCon relación a esta equipación de la José Antonio Sanz del Frechín, baste decir que nadie se atrevio a declarse autor de la misma y que en Riglos llegó a decirse que habían sido ¡"unos rusos"!
Fernando
Aclaración: Nuestro amigo Fernando Orús se refiere a la Cara Sur del Mallo Sin Nombre con su denominación "oficial", Vía José Antonio Sanz al Mallo Melchor Frechín.
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