LOBOS MANADA CAPRASIO. MÁRTIRES DE LA NATURALEZA. MONEGROS. PRIMERA CONCENTRACIÓN POR LA SUPERVIVENCIA DEL LOBO IBÉRICO

Ayer domingo 6 de agosto de 2017 tuvo lugar en la localidad zaragozana de Leciñena el primer acto público en defensa del lobo ibérico celebrado en Aragón y probablemente el primero en el medio rural español. 19 personas, un perro y un bebé, revindicaron a los lobos, probablemente ya muertos, de la manada Caprasio, que se instalaron en la Sierra de Alcubierre en la primavera de 2017. Todas las criaturas, excepto el hombre, cumplen estrictamente las leyes de la Naturaleza. Los cuatro lobos obedecían un mandato divino y fueron enviados por la Naturaleza a la región de Monegros para que los habitantes de esa región maltratada tuvieran la oportunidad de rectificar y salvar la fertilidad y habitabilidad de esas tierras.  Pero Caprasio y sus hermanos ya están muertos con toda probabilidad.

 
Aunque no hubo incidentes ni provocaciones, la manifestación por el lobo fue seguida por los vecinos en actitud distante, de desprecio, rechazo e indiferencia. Tres jóvenes activistas vascas vinieron desde Durango (Vizcaya) en apoyo a la supervivencia del lobo Caprasio y sus hermanos.

Aragón Televisión envió a un equipo para informar sobre nuestra pequeña y humilde movilización. Eran unos jóvenes periodistas conscientes de la tragedia que para la Naturaleza representa el exterminio, con tiros o veneno, de los lobos de Monegros.

Javier Bueno Pons, a la izquierda de la foto, es un joven padre de familia zaragozano. Desde hace siete años se ha implicado con dedicación a intentar recuperar al oso y al lobo para el Patrimonio Natural de Aragón. Su honestidad, firmeza y compromiso suscitan la envidia y el rencor de cierta plataforma antifascista, marginales violentos, acólitos sectarios del marxismo-leninismo, una cruel e inhumana doctrina, antropocéntrica y totalitaria que ha hecho sufrir lo indecible al hombre y a la Naturaleza.

Sabina testigo de Villamayor, al sur-oeste de la Sierra de Alcubierre. Los extensos bosques de Monegros fueron talados para alimentar los hornos de fundición, construcción de barcos, carbón vegetal, o simplemente para despejar superficies destinadas a cultivos y ganadería. Desprovista de su cubierta vegetal, la tierra quedó a merced de los vientos y la erosión perdiendo casi toda su fertilidad y con sus escasos acuiferos inutilizados.

Un tendido de tuberias de elevación pondrá en regadío los secanos de Pallaruelo y Castejón de Monegros, activando el sustrato salino que por la osmósis y la evaporación depositará la sal en superficie. Monegros será entonces un desierto de verdad. Absolutamente estéril. Millones y millones de euros están siendo invertidos cada año en financiar esta catástrofe ambiental.

7.000 toneladas de excedente de fruta de hueso van a ser retiradas (destruidas) en Aragón. España produce el doble de alimentos de los que necesita. Cada vez es más difícil exportar. Poner más tierra en regadio es un despilfarro inútil de agua, energía, recursos y territorio.

A principios de junio un joven de San Mateo de Gállego avistó a los cuatro lobos al este del término municipal de Zuera. Pinares de repoblación en la vertiente oeste de la Sierra de Alcubierre. Quince días más tarde volvió a verlos pero ya solo eran dos. Era evidente que los estaban matando.

La manada Caprasio escogió un buen escondite para encamarse. Un paso bajo la autovía y las vías del ferrocarril les permitía llegar al río Gállego para beber. El 21 de julio, el informante "D" observó sorprendido a un lobo solitario cerca del núcleo de Perdiguera, al sur de Leciñena. Su comportamiento errático y anormal era consecuencia del estado anímico de ese único lobo superviviente. Estaba desorientado y desesperado. Su manada había sido aniquilada. Han pasado ya más de dos semanas. No hay noticias de Caprasio. No se han vuelto a producir ataques.

La manada Caprasio, en honor a San Caprasio, patrón de los Monegros, se comportó con valentía y determinación para cumplir con la misión que la Naturaleza le había encomendado: llegar a los Monegros para dar a sus habitantes la oportunidad de reconciliarse con la madre Tierra. Nuestros héroes vadearon ríos, atravesaron canales, encontraron la forma de franquear los vallados de la autovía y la línea de alta velocidad, se movían por la noche y mataban para comer. Las balas y las postas destrozaron sus preciosas siluetas, la sangre se desparramó por los pelajes brillantes que resplandecen a la luz de la luna y sus corazones se detuvieron al instante. Hermanos lobos, amados lobos, me conformo con que vuestra muerte se pasara rápida, que el dolor fuera breve. Nos perdonareis, seguro. En vuestro espíritu no hay lugar para el rencor y la venganza. Sois los hijos más hermosos de la naturaleza. Perdonadnos otra vez. Perdonadnos.