Abenilla está abandonado desde hace unos diez años. Es un lugar hostil porque las zarzas de han apoderado de todo el espacio. Las casas están todas en avanzado estado de derrumbe y peligrosos vallados de alambre se ocultan entre los ribazos. Al alejarnos de Abenilla esta percepción desagradable se desvanece, prevaleciendo el paisaje de robles a punto ya de engullir las ruinas.
Por contra, Gésera está totalmente rehabilitado y presenta notables edificios, testimonio de un poderío económico en las extensas tierras de labranza que rodean el pueblo. En la margen izquierda del río Guarga el agua es más abundante por su orientación norte.
La senda entre Gésera y Grasa es muy pintoresca. Un atrevido puente, de rusticidad extrema, permite salvar el barranco profundo con un par de troncos de pino, resecos y peligrosamente crujientes. Uno más de los muchos que Julio Navarro, ese gran senderista, ha construido por toda la comarca. Por si acaso, pasarlo de uno en uno. Precaución los obesos y XXL, ja, ja!
Grasa es un precioso y luminoso lugar con extensos campos de cultivo. La iglesia ha sido cuidadosamente restaurada. ¡Una joya del Románico! El pueblo está diseminado y nadie vive en él de modo permanente.
En Yespola nos sorprende este pasadizo entre casas que a buen seguro disfrutarían los vecinos para protegerse del calor veraniego. En Yespola tampoco vive nadie pero tiene buenos campos de cereal que sus propietarios cultivan.
Desde Yespola la senda se va encontrando sin gran dificultad en dirección a Belarra. Este precioso cajico nos alegra el paso de un suave collado.
Belarra esta ubicado en la confluencia de dos torrentes bastante caudalosos. Todas las casas están arregladas y una persona reside allí de modo permanente.
De retorno al valle la pista pasa el río Guarga por un vado. Se ha habilitado una escollera "acrobática" que además puede estar helada.
Chopos centenarios talados sin ton ni son.
Toda la Guarguera esta recorrida por líneas electricas absurdas y sin ninguna utilidad puesto que nadie vive en esos pueblos con excepción de Aineto (okupado). En la línea de Aineto ya se electrocutó un buitre quebrantahuesos. La electrificación de la Guarguera es un desastre ambiental, un crimen contra las aves rapaces, un absurdo del desarrollismo antiecológico y antieconómico.
Senderos de la Guarguera, escuela de aventura y reflexión.
muy interesantes estos recorridos que haceis por la Huesca Profunda,me gusta sobretodo las explicaciones sobre los pueblos abandonados. un abrazo
ResponderEliminarGracias Félix. La Guarguera te gustará. Merece la pena.
ResponderEliminarHombre "líneas eléctricas absurdas"...será porque tu no disfrutas de la electricidad que llevan. Muchos pueblos mantienen actividades ganaderas y turísticas.
ResponderEliminarLos chopos talados "sin ton ni son", estaban enfermos, cerca de una poza de río transitada y amenazaban con alguna desgracia.
Entiendo que son tus opiniones, pero es buena cosa documentarse más.