Desayuno en Javierre del Obispo. Café y madalenas. A la derecha Juanma S. Enterría. Vino desde Cantabria a colaborar en el evento como experto en protección civil.
Grupo de 20 personas que no se desanimaron por las lluvias y nieves que cayeron el día anterior. A la derecha el guaperas de Jorge Corchón.
Saliendo del pinar Raúl, Marian, Adela, Juanma y Javier, en primer plano.
Alcanzamos por fin el hayedo. Es la zona más valiosa. Ejemplares de gran porte y belleza. Los perros se portaron bien.
Angelines, la "trotamontes" y Zulema, una joven de Almería.
El grupo atraviesa hacia el sur el puerto de Santa Orosia.
Luis, un sevillano feliz.
Observando el vuelo del quebrantahuesos.
Señal del camino de descenso a Satué.
Bosque de pinos y abetos.
Jorge Corchón.
Hay que cruzar el torrente cuatro veces.
Aperitivo ofrecido por Victoria Jánovas en Satué.
Ahora recorreremos el robledal y regresaremos a Javierre del Obispo.
La foto de grupo se borró por un despiste. Claro, tenemos que volver!
Hallan una osa muerta en una trampa ilegal para cazar jabalíes en Cariseda (León)
El hallazgo, según informó la Junta se produjo a última hora de la mañana. Tras el aviso efectuado por el agente medioambiental de la zona, personal del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se desplazó al lugar del hallazgo junto con más agentes medioambientales y un técnico de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León. Alli comprobaron que se trataba de una hembra adulta de oso pardo cantábrico «muerta en un lazo de acero, similar a los empleados para capturar jabalíes de forma ilegal».
El operativo de agentes medioambientales de la Junta, celadores y Guardia Civil inspeccionó además la zona donde apareció el cadáver en busca de indicios que ayuden a encontrar a la persona que colocó la trampa ilegal. La Junta recordó que la colocación de trampas ilegales puede estar tipificada como una infracción administrativa o un delito en función del daño que hayan ocasionado y de su impacto para la fauna y existen procedimientos legales para controlar los perjuicios que podría causar el jabalí sin tener que recurrir a lazos que afectan a otras especies.
En la localidad de Cariseda, en la que en esta época del año residen de forma continuada poco más de una docena de vecinos, la noticia del hallazdo del cadáver de la osa causó sorpresa, ya que, si bien la prensencia de estos plantígrados es algo que se da por descontado entre sus habitantes «lo cierto es que cerca del pueblo no hemos visto ningún ejemplar», señalaba una vecina de Cariseda en la tarde de ayer. El hallazgo del cadáver de esta osa no ha hecho sino confirmar la presencia del oso en la zona, algo de lo que se sospechaba ya que «cuando es la época de la fruta nos encontrábamos con ramas esgazadas», señalan los vecinos. La Fundación Oso Pardo informó de que Cariseda, en la entrada del valle de Fornela, es una zona osera.
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