Barranco intrincado e impenetrable en las proximidades de Abena. Las zarzas pinchosas lo obstruyen completamente y a nadie se le ocurriría meterse por allí, pero estamos buscando a un desaparecido y hemos de buscar y rebuscar. Mayo de 2024.
Todos los senderos han sido recorridos de arriba a abajo. Este es el que viene de Sasal. Aunque está más despejado y transitable son extensiones de roble y boj salpicado de aliagas que son peinadas en lo posible por los equipos de busqueda.
Ampliar imágenes haciendo click. Saliendo de un barranco fragoso pero menos pinchoso. Cunde el desánimo; es el sexto día desde que que este seño de Abena salió a hacer una caminata, no se sabe si nocturna, o diurna, ni en qué dirección. Unos dicen que hacia el Norte, otros buscan hacia el Sur. Los perros husmean por todas partes; sin resultado. Nosotros llevamos a nuestra perra, Chucky.
Descendemos al Norte en dirección a Jarlata por sendas de mucha pendiente.
Abajo hay un magnífico robledar con viejos y majestuosos ejemplares.
Alguien ha instalado una plataforma en este viejo gigante. Comienza a llover y habrá que encontrar un precario puente para llegar a Jarlata. Un chaparrón primaveral nos acompañará hasta Sasal donde iniciamos la busqueda esta mañana. Han sido casi siete horas de andar, buscar y rebuscar. Sin ningún resultado. Pero aparecerá al día siguiente. No muy lejos de Abena. Hacia el Oeste. Dirección Ara.
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