Yo no soy físico ni meteorólogo; pero precisamente hace unos días, cuando las fiestas de El Pilar estuve en Cheste, al lado de Valencia.
El contorno periférico de la capital Valencia ramblas, barrancos y cauces, está absolutamente urbanizado y abigarrado por barriadas, polígonos industriales, superficies de asfalto de cientos, miles de hectáreas, carreteras, autovías, líneas de tren, etc, etc... que dificultan la evacuación del agua de lluvia. Tengamos en cuenta que el nombre del río Júcar (Xucar) en árabe, quiere decir "destructor".
La Naturaleza solo puede ser dominada obedeciendola.
Blas Pascal
Parque Arregueses de Sabiñánigo. Hace veinte años iban a hacer aquí una promoción urbanística, canalizando el arroyo y conectando mi calle con la carretera a través del soto.
Pero reuní unas trescientas firmas en mi barrio alegando que la nueva urbanización multiplicaría el poder destructivo del agua que adquiere velocidad y energía cuando se desliza sobre superficies de cemento y asfalto.
Superado por mi iniciativa, el ayuntamiento renunció a su proyecto y decidió dedicar ese valioso espacio natural a un bonito parque que es muy apreciado y disfrutado por los vecinos y sus mascotas.
Lo bueno si breve dos veces bueno. Excelente artículo. Echo en falta unas líneas dedicadas a la Manipulación Climática que a mí juicio estamos sufriendo.
ResponderEliminarEs que no tengo certezas. En 1996, cayeron en Tavernes de Valldigna 520 litros.
EliminarMás que los 498 del martes.
Muy bien lo que has expuesto.
ResponderEliminarC.