Atravesar hacia el puerto es incómodo y resbaladizo. Hay un dedo de nieve.
Hemos descendido por la vertiente francesa y atravesando por laderas inestables pero secas hemos ganado un collado al oeste del torreón final del Gourdon. La cresta oeste está muy nevada y Oscar encuentra unas viras en diagonal por la cara sur que nos permiten alcanzar la cumbre. Yo subí este pico ya hace más de 20 años.
Niebla y frío. Gourdon 3.036 m. Una hora y media desde el Puerto de Ôo. Cuatro horas desde el refugio de Estós, siete desde el Valle de Benasque. 2.200 metros de desnivel.
Destrepamos las placas en la densa niebla.
Nieve reciente en las laderas orientadas al norte. Hemos hecho muchos hitos que, poco a poco, nos van llevando a la senda empinada que nos devuelve a España. Visibilidad nula. Intuición, instinto montañero y ubicación. No necesitamos ayuda satelital.
Parte de la nieve se ha esfumado en la elegante cresta, pero ya son casi las tres de la tarde. La famosa travesía se nos queda para otra ocasión. Estamos satisfechos con el Gourdon 3.036 m. Serán trece horas de actividad efectiva y esfuerzo.
El refugio de Estós aplica estrictamente la normativa covidiana, si. Pero lo que está prohibido por razones de salud te lo alquilan por cinco euritos: manta, almohada y zapatillas. Mascarilla obligatoria en modo asfixia, en comedor y habitaciones. Por mi parte que les den. Prefiero vérmelas con los lirones granujas de las cabañas.
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