La prevaricación es la madre de la corrupción. Jueza Alaya, caso ERE´s de la Junta de Andalucía.
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La electrificación convencional de Revilla, substituyendo las placas solares, constituye el símbolo de la corrupción de la autonomía de Aragón. Son chanchullos de poca monta, unos granujas de medio pelo como diría Woody Allen, el autoproclamado "representante" de los montañeros, Modesto Pascau junto con la Fundación de Conservación del Quebrantahuesos y su plan para dedicar al turismo verde el cebadero de Revilla. Son pequeñeces miserables, sin ninguna entidad y escasa relevancia que no hacen sino poner de manifiesto que la administración autonómica de Aragón es un ente corrupto e ineficaz que dedica sus recursos y presupuestos a complacer graciosamente a su nuevo líder espiritual, Feliciano Sesé, el laborioso emprendedor compulsivo. Propietario de dos restaurantes, un camping, hotel y apartamentos de turismo rural, Sesé, es propietario de dos granjas de vacas y ovejas. Todo eso en el tiempo que le deja libre su esforzado desempeño como guarda del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un espacio natural en situación crítica donde se han extinguido las principales especies naturales y en una comarca donde no se ha construido ninguna depuradora de aguas residuales, a excepción de la miserable fosa séptica que la pomposa y patética Directora General de Sostenibilidad presenta como coartada para permitir el desarrollo urbanístico en Revilla que la electrificación convencional permitirá. Y todo esto como consecuencia de las estancias "sentimentales" de un nefasto político que se veía con su amante en el hotel de Sesé. Fernandez Marugan, como los demás, se ha puesto de perfil y aplica la letra pequeña para no oponerse a la humanización y deterioro del flanco oriental del Monte Perdido. Muy mal, señor Marugan. Mientras tanto llegó el verano y estamos en Emergencia Fecal, con multitud de casos de gastroenteritis entre turistas y visitantes. Cuando sufras diarrea en los Pirineos recuerda que el Gobierno de Aragón recibió una transferencia de 178 millones de euros para iniciar su plan de depuración de las aguas residuales sobre 350 millones presupuestados. De las 296 plantas proyectadas solo 19 han sido construidas. Con la economía en déficit (bancarrota) ya nunca se construirán. La autonomía de Aragón resulta ser la campeona de la malversación y la corrupción.
Se ha jubilado y se aburre, señor valles?
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