Desde unos metros antes de la bifurcación Orús-Fanlillo, pasado Yebra de Basa, se inicia el camino de Santa María de Vallarán cruzando el río por grandes bloques de piedra y hormigón. Ampliar imagen haciendo click.
Pista en suave ascenso hacia el sur.
En 30 minutos llegamos a la ermita de Vallarán (Valle del río) cuyos orígenes andan por el siglo XI. La construcción es humilde, con piedra del lugar, sin cortar ni elegir. Gemelo de Orante y San Benito de Erata, Santa María de Vallarán es un enclave que trasmite paz, belleza y serenidad. Carece de techumbre.
Ahora remontaremos barranco arriba hacia el sur en dirección a la collada Saravilla, límite divisoria de aguas con la Guarguera.
Ahora entendemos lo de Vallarán. Un arroyo apacible de aguas cristalinas.
Cómodas pasarelas de madera, de vez en cuando.
En hora y media desde el inicio alcanzamos la collada Saravilla.
Al norte Yébra de Basa y Santa Orosia. Al fondo los Pirineos. Collarada y Peña Telera.
Al sur la Guarguera y Sierra de Guara. Monte Buitrera, 1.550 m.
Es fácil perder la senda y tropezar. Los erizos pinchosos amortiguan la caída.
Descenso por Vallarán. Haya gigante. Frescor y belleza.
Manantial murmullante. Pequeña cascadita. ¡Qué hermosura!
A la sombra de estos tilos, mi árbol favorito, Toño nos fotografía a Chucky y a mi, Jesús Vallés. Vallarán y su ermita son una deliciosa excursión suave y apacible. Muy recomendable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario