El alpinista Alberto Sierra se dejó las botas en Zaragoza. En la cabaña de Yenefrito hemos pillado alambres y cuerda de rafia y Alberto amarra firmemente sus crampones a las zapatillas deportivas. Ampliar imagen haciendo click. 13 de mayo de 2019.
Cresta al Ferreras sur, es sencilla y de escasa inclinación. Solo que en una repisa de esquisto Alberto se encuentra con una víbora enrrollada. Todavía no hace calor y el reptil se oculta en una rendija suavemente. Yo he pasado por la misma repisa sin ver a la víbora.
Continuamos cresteando. La arista se va empinando y los filos son de hermosos relieves que trepamos rápidamente. Buen terreno, poca exposición.
Alcanzada la cumbre del pico sur enfilamos hacia el collado que separa los dos Ferreras. El bastión sur se yergue con elegancia. Al fondo el Vignemale (Comachibosa)
Más ambiente y pasos más bonitos. La roca es sólida en general, luce el sol y no hace viento. Hemos sacado la cuerda para remontar el torreón final más vertical y con abismo a los dos lados (II y III)
Este tramo ofrece roca más fragmentada, presas dudosas y bloques inestables. Pasos de II y II.
Antecima. Última brecha donde sale el corredor oeste que escalé en invernal hace unos años.
La roca aquí es de extraordinaria belleza y calidad, pero nuestra cresta ya se acaba.
Aseguramos un paso aéreo.
Muro compacto para ganar la cima.
¡Pero los cantos son inmejorables!
Alberto Sierra, excelente alpinista e inmejorable compañero. Ferreras norte 2.646 m. Nos ha costado unas seis horas llegar aquí desde el aparcamiento Ripera de Panticosa, a 1.300 m. Desnivel total: 1.500 m
Un par de fotos y comemos alguna cosita. Ahora bajaremos la cresta norte, vía normal, hasta el Collado Espelunz que hoy está muy noble y cómoda de bajar.
Iniciamos el descenso, al fondo los Mallarruegos. Atrás del todo a la izquierda la Peña de Otal.
Contorneamos por la orilla norte el ibón de Catieras, casi helado por completo excepto en el desagüe.
Ampliar imagen haciendo click. En rojo la línea de cresta seguida hoy. Sencilla, rápida e interesante. ¡La recomendamos!
Torrente de Yenefrito y su estético bloque tapón, plegamiento metamórfico, una maravilla geológica. Nos costará un par de horas llegar al fondo del valle. Pasamos de largo el nuevo refugio y las ruinas del que fue arrasado por la avalancha. Luego la pista donde el sol de la tarde calienta de lo lindo. "El Molino" de Escuer está cerrado. No importa, vamos a merendar al "Súper" de Sabiñánigo, ja, ja!
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