De Nueno, a unos 15 kilómetros de Huesca capital, tomar una pista hacia el oeste, cementerio y urbanización. A unos 20 minutos encontramos una pista hacia el norte con la indicación Gorgas de San Julián. Pronto se convierte en sendero y gana altura contorneando ligeramente la falda de la sierra por el oeste hasta que se define con claridad en dirección a un desfiladero de murallas de conglomerado rojizo. En una hora llegamos a las Gorgas de San Julián.
Vegetación mediterránea, madroños, coscojos, encinas y sabinas. Sendero pintoresco, de escasa dificultad, bajo las paredes verticales de la garganta, muy pobladas de aves rupícolas y grandes rapaces como el buitre leonado.
Hermoso techo.
Altar de culto al fondo de las Gorgas.
Un lugar fresco y recóndito.
Potente manantial de aguas cristalinas que desagua la Sierra de Gratal por el sur.
Ermita de San Julián, acompañado de San Cristobal y la Virgen del Pilar. Las Gorgas de San Julián merecen ser visitadas. El esfuerzo es mínimo y la recompensa grande. Agua, bosque, frescor y Naturaleza. Un lugar especial que no nos dejará indiferentes.
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