Un hombre de 54 años ha muerto a consecuencia del ataque de avispas negras asiáticas, hoy 15 de noviembre, en un pueblo de la provincia de Lugo (Galicia) Este campesino que podaba un árbol frutal molestó a las avispas que tenían allí su nido oculto en los matorrales y un vecino lo encontró con la cara acribillada de picaduras (mordeduras) de esta feroz avispa. Recordemos que en la pasada primavera, mi amigo Antonio Rapún y yo fuimos atacados por DOS avispas negras asiáticas mientras caminábamos por la falda sur del monte Gratal, cerca de Lierta (Huesca). Tuvimos que correr ante la agresiva insistencia de las dos avispas que no cesaron su ataque hasta que pudimos matarlas prendidas en nuestro pelo. Ya pudimos constatar que un ataque masivo de estas avispas negras asiáticas constituía un serio peligro para niños o ancianos y que es preciso correr en zig zag todo lo deprisa que se pueda. Recuperamos esta entrada porque este insecto ya es un peligro inesperado y real en nuestros montes.
17 de mayo, 2017. A las 7 h arrancamos de la presa de Arguis por la pista que va hacia el oeste. Pasamos de largo el barranco de las Calmas y su bonito y empinado sendero y continuamos hasta una pista que sube en diagonal ascendente en dirección a los Pozos de Nieve. Enfrente, sobre un peñasco nos observa un cabritillo.
En una pronunciada curva tomaremos una senda muy bien marcada hacia el oeste, cerca de la traza del gasoducto. Asciende en una tendencia diagonal bien balizada con hitos.
La senda se bifurca, abandonamos la ruta a Gratal y seguimos hacia el oeste. La senda va a salir a una pista forestal. Seguimos hacia el oeste y pronto cambiamos de vertiente y pasamos a la cara sur de la sierra. Comenzamos a descender y llanear.
Gratal se queda atrás, a lo lejos. Le estamos dando la vuelta a ese prominente peñasco. Chucky reconoce el ligar. Por aquí ya hemos pasado en otras excursiones.
Carteles indicadores. Estamos en ruta.
Hermosa encrucijada de sendas y pistas. Posibilidad de ir a Bentué de Rasal, al norte. Pero nos internamos por una bella senda hacia el sur, entre los pinos en fuerte descenso, dirección Bolea.
El sendero está bien marcado y baja mas directo que una pista bastante más larga para los que hacen la ruta en BTT.
Ya cerca del pueblo nos zampamos unas buenas cerezas de Bolea. Que ricas!
Bolea es un pueblo bonito y limpio. Dos o tres bares. Acogedor.
Su colegiata (pequeña catedral) es digna de visitar. Magníficas vistas sobre la comarca de Huesca capital. Desde Arguis han sido unos 22 kilómetros de marcha, casi cinco horas. Reanudamos la marcha ahora hacia el este por carretera asfaltada, 4 kilómetros hasta Puibolea. Antes de llegar a Puibolea tomar al norte una pista asfaltada que sube en dirección a unas naves. Medio kilómetro más arriba, abandonarla por un camino agricola que sube suavemente hacia el este, dirección Nueno, bordeando por el sur la falda de Gratal. La pista agricola remonta entre encinas sobre campos de cereal y podría ser un tramo tranquilo y contemplativo sino fuera porque allí viven unas furiosas y agresivas intrusas. Es la avispa negra asiatica. Persistentes y mordedoras nos han hecho correr hasta que hemos conseguido matarlas de un manotazo, ya prendidas del pelo. Joder, qué rato más malo ha pasado Antonio. Con Chucky no se han metido.
Avispa negra asiatica.
En Nueno no hay un puto bar. El restaurante está cerrado. Caminamos 6 kilómetros hasta Arguis por la bonita carretera abandonada, preciosa y tranquila junto al río. En Arguis, a las 16 h ya no te dan de comer: cocina cerrada! a joderse, nos quedamos a dieta después de 40 kilómetros de ruta circular, 9 horas andando y con 1.000 metros acumulados de desnivel. Y encima hemos sufrido un ataque inesperado por la avispa negra asiatica. Esto de que a las cuatro de la tarde te dejen sin comer solo ocurre en Europa. Y luego se quejan de la crisis. Tiene cojones la cosa..
Fué una ruta de senderismo dura pero muy bonita y que ya hace tiempo que Jesús y yo teníamos intención de realizar. A los dos nos gusta caminar durante horas y, en esta ocasión, lo pudimos hacer visitando lugares preciosos y recorriendo algunas sendas muy agradables. Las cerezas que comimos en Bolea nos reafirmaron en la merecida fama que tienen. Pero, sin lugar a dudas, lo que ha quedado como mayor recuerdo de esta excursión fue el brutal ataque que sufrimos por dos avispas negras asiáticas. En un momento determinado sentí que dos ejemplares me perseguían, quedándose una pegada a mi cabeza, y saliendo la otra en persecución de Jesús. Su agresividad era brutal y no pude impedir que la que revoloteaba alrededor de mi cabeza me infringiera una seria mordedura en la parte de mi cuello que inmediatamente se me inflamó. De un manotazo la maté y la pude recoger para observarla con Jesús detenidamente. No había duda, era la peligrosa avispa negra asiática. Afortunadamente Jesús salío mejor parado y no le picaron pero nos hicierosn pasar un mal rato. Nunca una avispa me había atacado con tanta agresividad y conste que me han picado unas cuantas avispas comunes. Por lo demás todo fué bien, inluyendo los 6 últimos kilómetros por la carretera vieja que, en una interminable subida, nos devolvió a Arguis.
ResponderEliminarToño Rapún
Esto e Sun insulto por favor, para empezar tienes puestos en el blog dos especies, la segunda foto es Fortunvespa rucafaurtiensis que es una especie de avispa originaria del noreste de Asia y de Australia. Cuando se describen las especies ser más meticulosos y no pegeis una foto de salvantallas. Por favor
ResponderEliminarGracias. No soy entomologo.
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