Santos el arriero consigue que sus dos burritos lleguen hasta el campamento alto del nevado Chachacomani, a 5.100 m de altitud, al pie del glaciar occidental de esta inmensa y compleja montaña que vamos a escalar. Hemos partido desde Pampa Cruz Alta, a 4.300 m, provincia de los Andes, Departamento de La Paz. El tiempo es inestable, llueve y nieva. La agencia que alista nuestra expedición se ha ahorrado un porteador sobrecargando a los nobles y valientes burritos. A pesar de estas mezquindades los miembros de mi equipo están dispuestos a ayudarme a conseguir la cumbre del Chachacomani 6.078 m. Es el 7 de septiembre de 2017.
El campamento es confortable con agua de deshielo y pronto nos vamos a dormir. A la hora de levantarnos, la 01:00 AM, nieva débilmente. Mi guía Hilario Choque decide salir e intentar la cumbre. Es un glaciar bastante fracturado, con grietas profundas. Durante toda la noche hemos progresado y el tiempo parece mejorar. A 6.000 metros el viento arrecia con fuerza y una enorme grieta nos cierra el paso. Tras un intento infructuoso Hilario me expresa sus dudas acerca de seguir, pero yo zanjo la cuestión: "Ház lo que quieras Hilario, yo me voy a la cumbre". Amanece.
Me pongo en cabeza por la arista terminal, aérea y peligrosa por la fuerza del viento.
Nevado Chachacomani 6.078 m. Andes infinitos. Son las 08:00 AM
Hilario Choque me ha demostrado su gran capacidad andina y su profesionalidad. Es guía UIGM. Me siento muy satisfecho con esta remota cumbre que hemos conseguido alcanzar a pesar de la meteorología tan desfavorable. Ahora tenemos un largo y agotador descenso hasta el campo alto donde Sabino, el cocinero nos tendrá preparado un consistente almuerzo.
Destacaría la evidente falta de profesionalidad de la agencia que alistó nuestra expedición al Chachacomani, por decirlo "suavemente". A pesar de cobrar un precio muy superior al de otras agencias "olvidó" contratar a un porteador de apoyo para que el guía y yo no tuvieramos que ir solos hasta la cumbre por un inmenso glaciar lleno de grietas y peligros.
De regreso a La Paz nos detenemos a tomar unas cervezas en el pueblo de Peñas que celebra las fiestas de la Natividad. Lindas mujeres, elegantemente ataviadas, desfilan bailando por las calles dirigidas por los "pasantes". La secuencia de estas comparsas me recuerda las fiestas populares de los pueblos de España.
Juan Alaña, responsable de la agencia Mountain Guides. Un magnífico profesional absolutamente honesto y fiable. Caminamos un par de horas contorneando dos lagunas. Bajo el Condoriri ha sido construido un sencillo refugio acogedor y funcional. Dispone de cocina, comedor y un amplio dormitorio. Capacidad para unas doce personas.
Cumbre del Condoriri 5.648 m. Son las 06:00 AM y está amaneciendo. Hemos escalado durante cinco horas bajo una débil nevada sorteando las grietas del glaciar y remontando una canal empinada de nieve y hielo. La arista final, sin llegar a ser difícil, exige toda la atención.
Ahora viene lo más delicado, bajar esta fina arista a caballo sobre el abismo. Mi guía Juanito Alimaña, perdón, Juan Alaña, vigila mis pasos desde arriba. Yo obedezco sus indicaciones. Estamos compenetrados y lo percibo a este boliviano como un auténtico compañero de cordada.
El nevado Condoriri es una de las montañas más hermosas de Bolivia. Siento que me ha tratado con delicadeza y amabilidad. No he llegado a sentirme en peligro, al contrario, estas rocas y estos hielos verticales me han seducido con sus formas esbeltas y harmoniosas. Condoriri: te quiero!
Es mi ahijadita.
muchas gracias amigo!!
ResponderEliminarme encanto de como relatas nuestra aventura y sobre todo me gusta lo de Alimaña jajajaja
igualmente te mando un fuerte abrazo
saludos!!
Juan Alimaña jajaja