La sección de espeleología del Club de Montaña Pirineos va a explorar la sima que "descubrimos" al pie de la Muela de Beratón. Tras aparcar los vehículos en el incio de la pista, junto a carretera Purujosa-Beratón emprendemos una caminata de hora y media de aproximación.
PRIMAVERA 2017.
La mañana es fría y vamos bien abrigados. Los espeleólogos cargan con un completo equipo de exploración. Ellos van muy motivados ante la posibilidad de explorar una profunda y compleja sima.
LLegando a la Muela de Beratón.
Con gran decepción, los chicos del club Pirineos descubre que la sima ya está descubierta. Hay un anclaje en las rocas, encima de la abertura.
Esqueletos de corzos y de buitres. Cayeron a la sima, profunda de unos 6 metros y ramificada en dos galerias de unos doce metros. Mala suerte: son ciegas! fin de la exploración..
Bellas formaciones que únicamente podemos disfrutar en las cavidades subterráneas.
Uno por uno, todos bajamos al fondo. Enfín, lástima, el gozo en un pozo!
Salgo con ayuda de un polipasto. Uff, qué emoción! Hacía años que no había descendido a una cavidad... Suficiente para mi!
Ahora vamos a subir a lo alto de la Muela de Beratón. Al fondo el Morrón, 1.700 mts y sus bellos pilastros de caliza blanca.
La meseta es enorme. Compartida entre las provincias de Soria y Zaragoza. Digna de ver.
Cerca del punto más elevado hay una galería espectacular aunque de reducidas dimensiones.
Nos hacemos fotos al borde del abismo.
Precaución. Hay un salto de unos 80 metros!
Las soledades de la cara oculta del Moncayo..
Cargados con toda la impedimenta descendemos por la vertiente de Soria y visitamos un hermoso lugar, el nacimiento del río Isuela.
Es un lugar precioso, de una belleza tranquila y apacible.
Por el camino de los segadores descendemos hacia el pueblo de Beratón, en el borde de la Meseta de Castilla y defendido por pintorescos acantilados.
Están contentos los chicos, ja, ja! Pero no es por la sobria arquitectura castellana sino porque acaban de enterarse de que en Beratón hay un simpático bar, muy bien atendido.
Con las chicas caminaremos una horita más hasta el aparcamiento, para buscar los vehículos.
Otros, mientras tanto, los pobrecitos, nos esperarán resignados...
Qué dura es la montaña, ja, ja!
Bellas formaciones que únicamente podemos disfrutar en las cavidades subterráneas.
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