Rana pirenáica
Un tímido proyecto de regulación del barranquismo en los Pirineos, con la intención de restringir el uso del barranquismo en ALGUNOS barrancos del norte de la provincia de Huesca ha suscitado una reacción de clamor e indignación por la práctica totalidad de los ayuntamientos afectados.
¡¡EL TURISMO ES LO PRIMERO!!
Hay que tener en cuenta que los anfibios se alimentan de los insectos que habitan los entornos acuáticos y si durante todo el verano hay un flujo incesante de barranquistas que agitan las aguas y perturban el silencio con sus gritos, no solo los anfibios se verán afectados, las culebras, también el desmán, el mirlo acuático y hasta las nutrias verán dificultada su actividad trófica. Al final los barrancos acabarán siendo unos cauces muertos, abióticos, donde solo se escuche el bullicio de unos individuos enfundados en sus trajes de neopreno.
Hace unos quince años organicé en Escalona (Huesca) las primeras jornadas sobre "Barranquismo y Conservación de la Naturaleza" cuyas conclusiones fueron estas: Los deportes de aventura en los cauces y barrancos tendrán como límites aquellos que garanticen la preservación del hábitat y el episódio biológico de sus especies. Nuestra propuesta fue que se autorizara la práctica de los deportes de aventura en los barrancos más idóneos para estos usos turísticos, y se prohibiera en el resto, con excepción del senderismo, actividad de escaso impacto.
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