El circo de Rioseta con el impresionante pico del Águila. Las raquetas nos están siendo de utilidad para aproximarnos al fondo del circo. Allí nos pondremos los crampones para franquear la vira de pinos colgada sobre el abismo. Impresionante pero fácil.
Terreno escarpado. El viento azota con fuerza. Frío intenso. Alerta naranja por bajas temperaturas, 2 de febrero de 2018. Detrás de mi se puede apreciar la formidable cara norte que intenté escalar en 1973, siendo rechazado sin contemplaciones, ja, ja!
En la cara este el terreno está expuesto al sol, pero hoy luce débil. Enseguida se complica y empina. Muy tieso y con exposición (50/60º). Encontramos tinglados de rapel para bajar. Pero descenderemos por otra vertiente. En realidad esta ruta es de un compromiso similar al famoso corredor norte, ruta empinada y con riesgo de aludes, pero directa y rápida.
Cumbre del Pico del Águila, comienza a nevar. La temperatura desciende todavía más.
Nubes de tempestad. Manuel contento, pero jodido de frío, ja, ja!
Yo llevo el plumífero puesto y aún así, parado me quedo helado. Pienso en cómo bajar de aquí cagando leches, la tormenta se nos echa encima. El flanqueo bajo la cumbre está hoy particularmente delicado sobre la nieve reciente e inestable. Debajo hay cortados. Recuerdo que por la barranca orientada al este hay un pinar nevado, muy pendiente pero continuo. Dejaremos el eje principal a nuestra izquierda según bajamos para esquivar una garganta entre cortados. Más abajo, el barranco se puede descender sin dificultad ni grandes problemas, preferente por la margen izquierda y luego salir a unos prados y a la carretera, enfrente de Col de Ladrones, ya muy cerca de Canfranc Estación. Han sido seis horas entre subir y bajar. 900 metros de desnivel. Corto pero intenso.
Abajo en la carretera decimos "hasta luego" al pico del Águila y al selvático descenso por el barranco Este. Allá arriba el huracán de aire polar azota las cumbres, pero nosotros visitamos un par de bares, El Andén y el Universo, vermout, cerveza, cocretas, olivas y cafecito. Qué bonito es el Pirineo, ja, ja!
Abajo en la carretera decimos "hasta luego" al pico del Águila y al selvático descenso por el barranco Este. Allá arriba el huracán de aire polar azota las cumbres, pero nosotros visitamos un par de bares, El Andén y el Universo, vermout, cerveza, cocretas, olivas y cafecito. Qué bonito es el Pirineo, ja, ja!