CORREDOR SUR AL
BISAURÍN
23/03/2016
Indalecio Marhuenda
Sabiñánigo
La agenda de cualquier deportista de montaña suele ser un
libro sucio lleno de inscripciones, borrones y tachones. Inscripciones de
nuevos objetivos, de actividades que deseamos realizar y que una vez llevadas a
cabo pasan a convertirse en unas palabras tachadas, síntoma de un objetivo
cumplido que dejamos atrás, siguiendo nuestro camino hacia el siguiente.
En mi agenda existía una anotación hecha hace ya unos tres
años que por diversas circunstancias seguía sin haber sido tachada, seguía en
esa otra sección a la que llamamos ``asuntos pendientes´´. Esa anotación decía
``Corredor Sur al Bisaurín´´.
Quizás no sea una actividad grandiosa, ni siquiera representa
un gran reto personal, ni en lo físico, ni en lo técnico. Pero tras haber
dejado los cacharros de nieve y escalada guardados en un baúl desde 2011
después de operarme una rodilla, el Bisaurín parecía un candidato perfecto para
volver a desempolvar los crampones y piolets. Precisamente por no ser una ruta
excesivamente exigente ni técnica, pero sí preciosa, cumplía con los requisitos
para llevar a cabo tal cometido. Y así fue como el nombre de esta montaña acabó
formando parte de mi agenda cada invierno.
A las siete de la mañana me encuentro con Jesús, quien en
parte es culpable de que vuelva a hacer de nuevo mis pinitos en esto del
alpinismo. Recogemos a Alberto que venía desde Zaragoza y partimos de
Sabiñánigo dirección al refugio de Lizara.
Por el camino observamos en las montañas que hay un fuerte
viento de Norte que azota las cimas, pero la orientación de la ruta y el
corredor nos garantizan buen refugio, al menos hasta la llegada a la cumbre.
En marcha para arriba
Pasados unos minutos de las 9:00 de la mañana y tras tomar un
café caliente, salimos de Lizara hacia nuestro destino con los crampones ya
calzados, pues el estado de la nieve es óptimo y nos permite dejar las raquetas
que traíamos para la aproximación. Alberto se calza los esquís, con los que
hará la aproximación, y posteriormente el descenso desde la cumbre.
Rellano de Fetas con el corredor al fondo
Poco después de las 10:00 estamos junto a la caseta de Fetas,
la nieve está perfecta y avanzamos a buen ritmo, sin prisa pero sin pausa. Un
trago de agua y continuamos hacia el pie del corredor, dejando atrás a nuestra
izquierda la huella que se dirige a la normal por el collado del Foratón.
Sobre las 11:50 nos encontramos al pie del cono de entrada al
corredor. Nos equipamos y sin más dilación nos lanzamos a por él.
Al pasar el cono de entrada, justo a la derecha se observa
otro corredor más estrecho y muy bonito que Alberto se aventura a investigar,
mientras Jesús y yo continuamos por el corredor principal. Más tarde Alberto
volvería al corredor principal continuando tras nosotros.
Jesús va abriendo huella, la nieve está perfecta y el
corredor presenta una pendiente constante de unos 45 ⁰, con algún tramo muy
corto de 50 ⁰ en su entrada y algún punto muy concreto, pero sin problemas.
A pesar de ser un corredor sencillo presenta un buen ambiente
cuando volvemos la vista atrás, lástima que la nube de ventisca que levanta el
fuerte viento que sacude la cumbre no deje lugar a disfrutar mucho de las
vistas.
Salimos del corredor y nos dirigimos a la cumbre, aquí la
nieve ya presenta un estado más delicado e inestable pero permite avanzar sin
problemas. El viento aquí ya sopla con mucha fuerza y apenas tenemos
visibilidad por la ventisca. Una vez en la que pensábamos que era la cumbre
observamos a nuestra izquierda la verdadera cima. ¡Nos la hemos pasado!¡No la
hemos visto! Así que retrocedemos unos metros por la arista hasta llegar a
ella.
Hacemos un par de fotos de rigor y siendo las 12:45 nos
marchamos hacia abajo rápidamente, pues el viento es fuerte y la ventisca no
deja ver nada.
LLegando a la cima el huracán arrecia
Jesús y yo marchamos primero mientras Alberto se calza de
nuevo los esquís. Bajamos siguiendo la huella, pues no tenemos apenas
visibilidad hasta que llegamos a la pala de nieve que baja directa al collado.
La nieve en la bajada permite ir con seguridad, pues no está helada y podemos
bajar bastante ligeros. Una vez en el collado nos encontramos con un muchacho vasco que acababa de bajar también de la cumbre y con quien más tarde
compartiríamos cervezas y conversación en el refugio. Alberto nos da alcance
con los esquís y continúa bajando hacia el refugio con Aitol.
Niebla y viento en la cumbre del Bisaurin
Jesús y yo nos detenemos un instante en el collado y
aprovechamos para dar un breve bocado y unos sorbos de té caliente que levaba
en un pequeño termo en la mochila, una costumbre que sigo conservando.
Emprendemos de nuevo la marcha y sobre las 14:15 llegamos de
nuevo al refugio, donde disfrutamos de unas cervezas y un caldo caliente,
además de una agradable conversación.
He subido el Bisaurín por un bonito corredor y acompañado de
dos grandes montañeros y escaladores, el día ha sido perfecto excepto por el hecho de que no hemos podido disfrutar de
las vistas desde la cima. Eso solo significa una cosa: Que hay que volver.
Gracias Jesús y Alberto. Repetiremos pronto.
Indalecio Marhuenda.
Ruta seguida
MONTE ERATA 2.005 m
Es un estupendo mirador sobre la cara sur de Tendeñera. El acceso es cómodo desde el pueblo semi abandonado de Espierre, junto a Barbenuta, cota 1.200 m. Se toma una pista de tierra que asciende muy suave hacia el este. Normalmente la nieve empieza al final de la pista. La ruta es evidente por la loma de pinos orientada al N.O que nos deposita en la antecima norte, a unos minutos de la cima principal. Se pueden utilizar raquetas o esquíes.
Monte Erata, 2.005 m. Al sur se divisa el vecino monte Oturia. Desde Espierre habremos invertido unas tres horas. Para bajar emplearemos un par de horas.
Cuatro días más tarde vuelvo a Erata y hay menos nieve. El cielo está cubierto y las cumbres del Pirineo central se dibujan enigmáticas.
Serbal, Toño y David. Vamos sin raquetas. ¡Mal hecho!
Nos hundimos bastante.
Erata, cima norte 2.000 m
Panchita posando.
Monte Erata, cima principal 2.005 m
CASTILLA Y LEÓN: MATANDO LOBOS AL MEJOR POSTOR
Estos energúmenos pagaron su lobo y mataron su lobo, Palacios del Sil (León)
Homenaje en Honduras a la asesinada ambientalista Berta Cáceres
Decenas de indígenas y lugareños hondureños homenajearon el domingo a la asesinada ambientalista Berta Cáceres, y anunciaron que continuarán la lucha contra los megaproyectos "que destruyen el ambiente".
"Berta no murió, se multiplicó", "Berta vive, la lucha sigue, sigue", corearon unos cien indígenas mayas procedentes de Guatemala y de nueve zonas étnicas hondureñas.
"Ella (Berta) vive en cada uno de nosotros, sigamos luchando contra esa represa asesina y criminal, contra las otras represas que vienen y que se acomodan en el pueblo lenca y en Honduras, las mineras asesinas envenenadoras del agua y del ambiente, las privatizadoras del agua y el oxígeno", afirmó en un discurso Laura, de 23 años, hija de la ambientalista también presente en el homenaje.
Los lugareños hicieron retumbar los tambores durante los ritos en un homenaje a la recién asesinada activista de Berta Cáceres, que luchó durante años por la defensa de los derechos de los indígenas, sus tierras y medioambiente.
SABOCOS-COMACHIBOSA.
4ª EDICIÓN
Con prólogo de César Pérez de Tudela.En las próximas semanas estará disponible en los puntos de venta habituales del Pirineo aragonés. P.V.P: 10 euros